Entre el 22 y el 23 de noviembre, la Universidad EAFIT reunió en un bootcamp a los alcaldes electos del área metropolitana, Rionegro y El Retiro, y al próximo gobernador de Antioquia, en su Centro de Emprendimiento e Impacto On Going. ¿El objetivo? compartir con los próximos mandatarios locales una serie de charlas y talleres con expertos, y presentarles algunos instrumentos que esta institución educativa ha diseñado alrededor de los temas fundamentales para la región.
Entre la serie de charlas y talleres realizados en este encuentro, se destacó la conversación entre Tomás Ríos Mira, director de On Going, y Andrés Bilbao, uno de los cofundadores de la empresa Rappi, acerca de qué necesita Medellín y Antioquia para mejorar en materia de emprendimiento. En la conversación, Ríos resaltó que, según el último informe de la ANDI, 77 de 100 empresas no estaban invirtiendo en innovación, y que solo el 16 % de las grandes compañías y el 14% de las pymes invierten en ciencia, tecnología e innovación, investigaciones y desarrollos nuevos.
Acá les traemos algunos fragmentos de la conversación entre ambos, enfocada en cómo mejorar el ecosistema del emprendimiento en Medellín, que en el año 2013 fue reconocida como una ciudad innovadora, por encima de Tel Aviv y Nueva York.
Tomás Ríos: ¿Qué puede formar, aportar una ciudad, para un emprendedor?
Andrés Bilbao: Lo más importante es el network. Cuando vos tenés una comunidad de emprendedores que funciona bien, tenés una inteligencia colectiva grandísima, con experticias que no son fáciles de conseguir. En Medellín hay una oportunidad con esto, y en Antioquia, en general, porque la ciudad es un hit para los nómadas digitales. Yo pondría una barra muy alta en generar una comunidad emprendedora.
49 unicornios, empresas de base tecnológica valuadas en al menos 1,000 millones de dólares, hay en Latinoamérica. Rappi es uno de ellos.
T.R: ¿Cómo creés que las ciudades pueden potenciar el emprendimiento? ¿Qué acciones se pueden tomar desde los nuevos gobiernos?
A.B: Uno en un ecosistema necesita talento, capital, sobre todo, y seguridad. Entonces, si yo estuviera a cargo de qué va a pasar en Medellín o en Antioquia en términos de emprendimiento, yo básicamente me trataría de hacer lo más atractivo posible para estos actores (emprendedores).
Medellín y Antioquia tienen una ventaja “absurda” respecto a nómadas digitales, que no se está potenciando. Yo trataría de continuar atrayéndolos y que se queden la mayor cantidad de tiempo posible. Porque en cualquier ecosistema de emprendimiento supertop vos te das cuenta de que está lleno de migrantes; eso nunca es local -casi nunca, pues-. Eso se puede lograr desde la residencia, super fácil; puede ser desde impuestos, super fácil. Si puedo hacer visas para extranjeros, cada vez que haya un problema en Estados Unidos, yo les caería con paquetes de visados para acá.
Otra cosa que falta es plata, específicamente, la locación de recursos. No tiene que venir plata de afuera, aquí hay mucha, de familias que invierten y corporativos. Entonces, nosotros como ecosistema en lo que estamos lejísimo es en que se inviertan recursos en innovación. Yo no sé cómo lo haría, pero crearía un sistema muy fuerte para la estructuración de fondos, para que la gente pueda invertir. Crearía un distrito con beneficios fiscales que atraiga fondos de inversión El estándar de este tipo de medidas en Delaware: todas y cada una de las compañías de startups que medio tienen un poco de éxito, están incorporadas en Delaware: Rappi y Frubana están ahí.
9 países en Latinoamérica usan Rappi.
T.R: ¿Qué ciudad o país en Latinoamérica has visto como ejemplo para políticas que fomenten el emprendimiento?
A.B: Chile. Allá, por cada dólar que se invierte, el Estado invierte por 3. Si tú lo piensas como una inversión pequeña, funciona; pero si lo piensas en términos de crear una industria para que la gente invierta, las familias y las corporaciones, es espectacular. Vos pones la semilla por 3,5 años, 10 años, y ya siguen andando por su cuenta.