Ana Orfilia Martínez Ortiz

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Ana Orfilia Martínez Ortiz
 
     
 
Aceptar su enfermedad fue un proceso difícil para ella. Desde que se enteró en 2004, lo que hizo fue negar su real situación y desistir de cualquier tipo de tratamiento.
 
     
 
 
     
 
Ana Orfilia ya se encontraba separada de su esposo y asegura que eso influyó en el cáncer, aunque ya dice que fue ella misma quien produjo la enfermedad, que es la mente la culpable y lo que a la vez puede sacar a las personas de ese padecimiento.
El cáncer era de buen pronóstico, estaba localizado y no había invasión a otros órganos. Fue así que comenzó el tratamiento quirúrgico con medicina clásica que la llevaron a varias intervenciones. Ahora esta mujer de 59 años, enfermera, docente y madre de dos hijas mayores profesionales, se encuentra pensionada hace casi 3 años y aprovecha el tiempo para compartir con su familia, con la que mejoró las relaciones gracias a esta experiencia, dijo.
Para esta mujer, la enfermedad ha sido una oportunidad de vida, la separación de su marido tiene otra mirada y comprende su vida con más amor sin culparse ni castigarse a sí misma. El cáncer no lo vivió como un proceso de muerte, sino que lo asumió como una oportunidad de vida y de mejorar las relaciones personales.
Hoy Ana Orfilia se declara un ser feliz que vive la vida de manera amplia y profunda, disfrutando de los detalles y dándole importancia a lo sencillo y lo complejo. Es una persona sana y recuperada que le agradece la solidaridad a sus hijas y ex esposo, y al cáncer por permitirle acercarse a la gente.

(Para esta mujer, la enfermedad ha sido una oportunidad de vida, la separación de su marido tiene otra mirada y comprende su vida con más amor sin culparse ni castigarse a sí misma.)

 
 
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