La bióloga marina Alexandra Guzmán Bloise contagia entusiasmo cuando habla de su trabajo en aguas panameñas. Sin embargo, se le corta la voz si se refiere a la situación de los océanos, las alteraciones que sufren y la amenaza que supone esto para las especies marinas. Su frustración y enojo radican en que sigue habiendo personas que no ven que “estamos en una emergencia por el cambio climático”.
Bucear y descubrir maravillas en el fondo del mar era lo que más disfrutaba Alexandra Guzmán Bloise. Pero en realidad, a los quince años, cuando decidió estudiar Biología Marina a raíz de su pasión por el buceo, no sabía qué le esperaba: no conocía a nadie que trabajara en esta rama de la ciencia porque en Panamá hasta 2008 esta carrera no existía. Cuando inicia la fase de pasantías como asistente en proyectos científicos, Alexandra va definiendo el enfoque de sus estudios. Le fascinó descubrir “todo lo que se podía hacer simplemente con tener temperaturas de diez años”. Monitoreando la temperatura y el grado de acidez de las aguas, por ejemplo, es posible explicar por qué está amenazada la existencia de los corales y otras especies marinas. Con la evidencia de datos se pueden buscar soluciones, entre ellas, el diseño de políticas públicas para proteger los océanos. Con la misma pasión con que se entrega a la actividad científica, Alexandra acerca la biología marina a niñas y niños.