Amalia C., habitante de El Poblado, nos hizo llegar el siguiente relato de lo que vivió a mediados de marzo por la Autopista Sur, después de salir de la Biblioteca Pública Piloto. Su intención es que nuestros lectores estén prevenidos ante un hecho similar y tomen medidas de precaución.
“Íbamos un amigo y yo en su automóvil por la Autopista Sur cuando un taxista empezó a pitarnos y a hacernos señas para que nos detuviéramos. Mi amigo no se quiso detener y, por el contrario, tomó una desviación. El taxista nos siguió y esta vez arrimó su carro al nuestro, bajó la ventanilla y nos gritó que lo habíamos chocado, que éramos unos desconsiderados. Nosotros no habíamos sentido ningún golpe y nos pareció extraño. Así que mi amigo le gritó que solo se detendría cuando viera un agente de tránsito.
Afortunadamente unas cuadras más adelante vimos a un agente de tránsito, le pitamos y nos detuvimos. Inmediatamente el taxista aumentó su velocidad y se alejó del sitio. Llegamos a casa, revisamos el carro, lo hicimos revisar de otras personas y nadie encontró ninguna señal de un posible choque. ¿Nos iban a robar, a secuestrar, a darnos el paseo millonario? ¿Alguien más iba en el taxi, agazapado? ¿Por qué no se detuvo el taxi cuando vimos al agente de tránsito?”
“No lo sabemos, pero es importante estar alerta ante estos sucesos. Si alguien nos dice desde otro vehículo que lo hemos chocado, no nos bajemos de nuestro auto, continuemos hasta un CAI, o hasta que estemos en presencia de un agente de tránsito o de un policía”, concluye.