Ilustraciones únicas, delicadas. Dice Alejandra Acosta, ilustradora chilena, que mientras exista belleza habrá espacio para el libro impreso.
¿Cómo la ilustración aporta en el fomento de la lectura?
“Es uno de los primeros acercamientos que se tienen al arte y la lectura. Un niño que lee, lo hace porque conecta con colores y formas. Los que crecimos mirando dibujitos somos ahora adultos lectores”.
¿Qué valor agregado generan las ilustraciones en libros clásicos como Aura, de Carlos Fuentes?
“Aportan otra perspectiva y le añaden un valor estético al libro. Vivimos en una época visual, historias ilustradas con delicadeza, son cada vez más valoradas y convierten libros en objetos de deseo”.
¿Cómo es el proceso creativo?
“Es distinto con cada historia. El diálogo con el escritor es vital. Conocerse y respetar el trabajo del otro es lo más importante a la hora de hacer un libro en conjunto, son dos voces y deben complementarse. Procuro que la conversación con el texto sea respetuosa, tratando de entender y poniéndome en el lugar del narrador, para luego intentar interpretarla de una manera más personal ”.
¿Cuál es la diferencia entre ilustrar a un autor e ilustrar el trabajo propio?
“Ilustrar el trabajo propio tiene un encanto basado en la libertad de poder moverse en el registro que a uno se le ocurra, pero trabajar con el texto de otra persona es un desafío siempre bienvenido”.
¿Cuál libro quisieras ilustrar?
“Cualquier cuento de Clarice Lispector o de Silvina Ocampo me harían inmensamente feliz”.