Por José Fernando Serna
Mientras que los habitantes del barrio Diamante 2, cerca a La Frontera, están preocupados por las obras que se vayan a desarrollar en la segunda etapa del Parque Ambiental Bosques de La Frontera, la Alcaldía de Medellín todavía está por definir cuál será el “carácter estratégico del proyecto”.
Así lo dio a conocer a Vivir en El Poblado la Secretaría de Infraestructura de Medellín, luego que se le transmitieran las dudas de la comunidad sobre la intervención en esta zona de la ciudad.
De acuerdo con la Secretaría, el proceso de socialización reveló que “las miradas ciudadanas e institucionales de la etapa de prefactibilidad del proyecto requerían mayor depuración en todas las instancias y era pertinente esperar el enfoque de la nueva administración para continuar los estudios de factibilidad del proyecto”.
Y es que la construcción de la segunda parte de este parque ya se inició, aunque las obras son motivo de discordia para los habitantes periféricos que señalan al gobierno local de construir un espacio que podría representar más que una solución, un problema para ellos.
“Ellos hicieron unos diseños con los cuales no estamos de acuerdo y básicamente consiste en una plazoleta de cemento con tres locales”, dijo Mauricio Castaño, uno de los voceros de la comunidad.
La preocupación planteada en una reunión del 12 de febrero es que este lugar, que sería de tránsito por estar al borde de la avenida El Poblado, terminaría siendo un foco de inseguridad y va en contravía de la primera etapa. “Estamos pidiendo un espacio que no desarmonice con el bosque de La Frontera. Cemento es lo que le sobra a Medellín”, agregó Castaño.
Este espacio quedará de 70 mil metros cuadrados tras la compra de un predio por parte de la Alcaldía de Medellín. Habrá que esperar la decisión de la Administración y cómo tiene en cuenta a los vecinos, que han planteado tomar medidas por la vía legal para evitarse un dolor de cabeza.