El empresario nació el 13 de agosto de 1938 en el barrio Manrique de Medellín y a los 28 años abrió su primera tienda en Bogotá, en la calle 13 con carrera 14. En la actualidad, esta compañía genera más de 6.000 empleos en sus tiendas.
“Es un hombre que ha hecho de su historia un legado de compromiso, rectitud y esperanza. Su liderazgo visionario, su generosidad y su apuesta por el empleo digno, la industria nacional y el bienestar de las personas lo convierten en un referente de lo que significa hacer empresa con humanidad”, destacó el mandatario.
Así mismo, resaltó cómo su empresa, durante más de 50 años, ha logrado impactar la vida de millones de colombianos: “Agradecemos los valores que encarna, porque nos inspiran a seguir construyendo juntos la sociedad que soñamos”.
Por su parte, el empresario manifestó, en un emotivo discurso, que este reconocimiento lo comparte con todos los antioqueños: “Las cosas buenas no son para uno nada más, sino para todas las personas que uno quiere y lo quieren. Alcalde, mil y mil gracias, en nombre mío, de mi familia, de mi empresa y de todas las personas que han tenido que ver con Arturo Calle. ¡Qué dicha que a uno lo quieran tanto!”.
Durante la condecoración, Arturo Calle entregó $50 millones al Distrito para apoyar a los afectados por la temporada de lluvias. Además, hizo un llamado al sector empresarial para que también se vincule con ayudas económicas para la construcción de nuevas viviendas, poniendo como meta $20.000 millones, entre el sector privado y la Administración Distrital, para lo cual se comprometió a aportar $500 millones adicionales.
“Los empresarios antioqueños tenemos un gran compromiso con los ciudadanos, que es la labor social y el desarrollo. Hoy, la ciudad necesita que seamos más generosos con ella, porque de eso depende el éxito, más amor por la ciudad, más emprendedores con un trabajo digno. La riqueza más grande que tiene un ser humano es tenderle la mano a quienes lo necesitan”, dijo el empresario.
Arturo Calle además manifestó que iniciativas como estas podrían replicarse, año tras año, siempre y cuando exista voluntad política y apoyo del sector privado, aportando desarrollo, generación de empleo y un impacto para las personas más vulnerables de la ciudad.