Carlos Vallejo, director del Banco de sangre del Hospital Universitario San Vicente Fundación, lo dice abiertamente: “hoy estamos en una situación crítica porque las reservas de sangre están en las mínimas”.
De acuerdo con los promedios históricos de consumo, el Banco de sangre requiere unos 60 donantes por día, pero, como otro efecto de la pandemia del COVID-19 y la cuarentena, estos se redujeron a la mitad. “Es una situación crítica. Por ejemplo, tenemos solo cuatro unidades de glóbulos rojos O positivo”, advierte Vallejo.
Como solución, el Banco de sangre diseñó un plan de visitas con su unidad móvil a unidades residenciales para captar donantes, pero la cuarentena no deja de presentar dificultades: en las últimas semanas ha aumentado el número de ciudadanos que han podido regresar a sus trabajos; adicionalmente, hay copropiedades que tienen restringido el ingreso de personas diferentes a los residentes.
El resultado entonces, explica Vallejo, es que “frente a los requerimientos de los pacientes que son atendidos en el hospital nos pone en una situación difícil”.
Por eso, el Banco de sangre como institución hace un llamado a los conjuntos residenciales para que abran sus puertas y agenden jornadas de donación. “Las hacemos en los salones sociales o vamos con la unidad móvil. Los administradores o los miembros del Consejo de administración nos puede contactar en el 516 74 59 para ir a realizar una jornada”, cierra Vallejo.
El Banco de sangre destaca que procede con medidas de bioseguridad
- Desinfección de los elementos de contacto con los donantes
- Desinfección con alcohol glicerinado a los donantes
- Distanciamiento social
- Uso de de protección personal
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