Un nuevo programa para fomentar la lectura y descubrir a reconocidos autores y sus obras se implementa desde ahora en la ciudad como preámbulo de la Fiesta del Libro y la Cultura
Alumnas de la I.E Javiera Londoño
Cuando al escritor Juan Diego Mejía lo invitaron a la Feria del Libro de Guadalajara se llevó una agradable sorpresa al saber que un grupo de niños y jóvenes había leído sus novelas, sabía cosas de su vida y hasta lo habían dibujado. En su nuevo cargo como director de la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, propuso llevar a cabo una idea similar con el ánimo de fomentar la lectura en la ciudad. Así se diseñó, por primera vez, el programa Adopta un Escritor.
La prueba
Este programa consiste en que grupos de 20 estudiantes de 30 instituciones educativas, nominadas por la Secretaría de Educación, adopta un escritor invitado a la fiesta, durante el mes y medio previo al encuentro. “Son 39 los autores, nacionales e internacionales, que serán leídos; 30 de ellos en instituciones educativas que candidatizamos por tener programas de lectura y escritura. Algunas de ellas, por pertenecer al programa Todos a Aprender, fueron sugeridas por funcionarios del Ministerio de Educación, pero en definitiva por tener el ánimo e interés de pertenecer al programa”, explica Martha Ramírez, coordinadora del Plan de Lectura y Bibliotecas Escolares de la Secretaría de Educación de Medellín. Los nueve autores restantes ha sido adoptados por parques bibliotecas que se nominaron a sí mismos.
Hector Abad Faciolince ha sido alegremente recibido por la Institución Educativa Javiera Londoño; la escritora Gabriela Alemán, de Ecuador, le pertenecerá a la I. E. Campo Valdés; y Wendy Guerra, de Cuba, estará con los estudiantes de la I. E. José Acevedo. En la I. E. Villa del Socorro se están apropiando de la obra de Laura Restrepo, en la I. E. Félix Henao andan encarretados con los textos del argentino Pablo Ramos y en la I. E. Federico Ozanam adoptaron al guatemalteco Eduardo Halfon.
Adoptar, para el caso, significa “conocer y apropiarse del autor y su obra, leer un libro completo, si el tiempo lo permite, o quizás un fragmento, algunos de sus cuentos, acercarse a su vida y sus trabajos por medio de juegos y talleres, y planear un encuentro con el escritor”, dice Liliana Echavarría, jefe de Públicos Dirigidos del área de fomento de lectura de la Fiesta del Libro. El recibimiento del autor será tan creativo como cada grupo escolar quiera y el mejor será premiado. Entre otras ideas, los profesores que lideran los grupos han pensado en posibilidades como obras de teatro, cuadros de los personajes de las novelas, una frijolada o componer canciones. “Lo importante es que los chicos vean al escritor como un ser humano, que se atrevan a preguntarle cualquier cosa, si se baña los domingos, por ejemplo, y que no sea una actividad en la que solo leen y luego se sientan a hablar con él”, concluye Liliana.
Esa es una de las claves para atrapar niños y jóvenes en los libros, asegura Marcela Velásquez, experta en la fomentación de lectura y asesora del programa Adopta un Escritor. “Hay que mostrarles que es algo chévere y divertido, permitirles leer por disfrute y no por la obligación de rendir cuentas, de explicar o escribir cuáles son los personajes principales y cuál es el tema”, dice Marcela. Enfatiza además en la importancia de usar los mismos medios que los jóvenes utilizan en otro tipo de lecturas; chats, blogs, celulares, formatos audiovisuales. Y, como en todo, “hay mejores resultados si trabajamos juntos, con los padres en casa”, agrega la experta.
Adoptarlos en casa
Según la encuesta de consumo cultural del Dane, el promedio de libros leídos por parte de la población de 12 años en adelante y que sabe leer y escribir, fue de dos por persona en 2012. En el año 2010 el 55,3% de esa misma población leyó libros. Para el año 2012, la cifra disminuyó a un 47,7%.
En 2012, el 34,5% de la población afirmó que fueron los profesores quienes les crearon el hábito de la lectura, el 29,1% por iniciativa propia y el 21,2% manifestó no tener el hábito de la lectura. En esa misma encuesta se reportó que dentro de las actividades que se comparten en los hogares con niños menores de cinco años, jugar es la actividad de mayor prevalencia, con 91,1%, seguida por cantar, contar historias, y finalmente leer, con 59,4%. Las razones de las personas mayores de 12 años para no leer libros son, en el 63,8% de la población, el desinterés y falta de gusto. El 37,2% argumentó falta de tiempo y el 18,4% dijo preferir otro tipo de lecturas, como periódicos.
La invitación está hecha entonces: aprovechar la fiesta para adoptar en casa a los autores de largas y cortas historias. Así, otra forma de disfrutar la Fiesta del Libro estará en la preparación y el descubrimiento de los escritores invitados, para leerlos antes de sus charlas y presentaciones en el Jardín Botánico y el Parque Explora, del 13 al 22 de septiembre.