Abrir la mente es abrirse al mundo: una mirada a la cultura innovación

La velocidad a la que vamos y la conexión que nos está exigiendo el mundo llega con muchos desafíos; pero, también oportunidades de ver y hacer las cosas de otra forma, de pensar más allá de nuestro contexto y abrir las ideas.

Lo mismo le pasa a las empresas. Los cambios no solo les están exigiendo abrir sus puertas a nuevas formas de trabajo; también, se están expandiendo hasta los límites de la creatividad y la innovación. Las estrategias internas ahora tocan la puerta de otras disciplinas para fomentar una cultura donde la innovación es el centro de la sostenibilidad, la competitividad y la orientación al futuro.

La innovación abierta es un concepto acuñado por el profesor Henry Chesbrough en su libro Open Innovation: The New Imperative for Creating and Profiting from Technology (2003). Esta promueve que las organizaciones aprovechen tanto las ideas internas como externas para avanzar en sus tecnologías y productos.

Esta filosofía rompe con el modelo tradicional de innovación cerrada, donde las empresas desarrollaban todo desde adentro, para abrir las puertas a la colaboración y el intercambio de ideas con socios externos y universidades. Y, por qué no, hasta con los competidores.

Chesbrough argumenta que “las empresas que no abran sus procesos de innovación perderán competitividad a largo plazo”. Esta perspectiva se ha visto reforzada por estudios que demuestran que esas organizaciones que adoptan la innovación abierta tienen tendencia a ser más flexibles y estar mejor posicionadas para adaptarse a los cambios del mercado.

Junto a la innovación abierta, el emprendimiento corporativo e intraemprendimiento son otras estrategias clave para revitalizar la cultura empresarial. Este enfoque implica dotar a los empleados de la libertad y los recursos necesarios para explorar nuevas ideas y proyectos, fomentando así una cultura de creatividad y proactividad.

Un estudio de la revista Harvard Business Review – rethink-your-employee-value-proposition  -señala que “las empresas que promueven el emprendimiento interno ven un aumento del 20 % en la satisfacción laboral y una mejora del 30 % en la retención de talento”. La innovación abierta y el emprendimiento corporativo son estrategias que pueden llevar a la creación de productos y servicios más innovadores y adaptados a las necesidades del mercado.

Así mismo, requieren un cambio cultural profundo dentro de las organizaciones, que deben aprender a gestionar la colaboración y la diversidad de ideas de manera efectiva.

Un ejemplo claro de estas dinámicas son las empresas que empiezan a vincular este tipo de estrategias  de forma transversal para desarrollar soluciones innovadoras a problemas actuales. Las empresas empiezan a crear y estructurar vehículos de inversión y alianzas que demuestran que este tipo de iniciativas potencian la colaboración y el intercambio de conocimientos. Se pasa de las ideas a lo tangible.

Según un informe de Accenture, las empresas que adoptan la innovación abierta experimentan un aumento del 22 % en sus ingresos por nuevos productos (www.accenture.com/us-en/about/company/annual-report). Además, un estudio de Deloitte “2023 Global Human Capital Trends” revela que las empresas con una fuerte cultura de emprendimiento interno tienen un 35% más de probabilidades de ser líderes en su industria.

Por eso es clave que, desde las organizaciones, abramos la puerta a la creación de entornos donde los empleados se apropien de los procesos y asuman roles de liderazgo. La cultura empresarial del futuro está en la innovación abierta y el emprendimiento. Como señala Chesbrough, “la innovación abierta no es una opción, sino una necesidad en el entorno empresarial actual”.

- Publicidad -

Más contenido similar

- Publicidad -

Más noticias

- Publicidad -