Comenzó la temporada de lluvias y con ella, la necesidad de mirar detenidamente los focos de enfermedades que surgen, en su mayoría de carácter respiratorio. En especial, en Medellín que se le suman sus problemas de contaminación en el atmosfera.
La neumonía es una de esas enfermedades comunes que afecta desproporcionadamente a los grupos más vulnerables, incluidos los adultos mayores y los niños. En los adultos mayores de 65 años, la frecuencia de hospitalización por neumonía es alarmante, representando aproximadamente el 70% de los casos. Por otro lado, los niños son especialmente susceptibles, con una triste realidad: un niño fallece cada 43 segundos a causa de esta enfermedad, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Aunque puede ser causada por diversos agentes infecciosos, como bacterias, virus u hongos, la inmunización y la adopción de estilos de vida saludables son clave para su prevención. La inmunización emerge como una estrategia fundamental para prevenir la neumonía y sus complicaciones.
Según Gabriela Ábalos, directora Médica de Vacunas para la Latinoamérica de Pfizer, la vacunación es una herramienta esencial para reducir la carga de enfermedades prevenibles en todo el mundo. Pfizer, con su experiencia en investigación y desarrollo, ha liderado esfuerzos para combatir la neumonía durante más de dos décadas, demostrando el poder de la ciencia en la lucha contra enfermedades devastadoras.
Además de la vacunación, la adopción de prácticas de vida saludables es indispensable para prevenir el contagio de enfermedades respiratorias:
- Lavarse las manos.
- Antes de entrar en contacto con una superficie, limpiarla y desinfectarla.
- Al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo desechable, o la parte interior del codo o la manga.
- No fumar y limitar su exposición al humo del cigarrillo.
- Controlar las afecciones persistentes, como asma, diabetes o enfermedades cardiacas.
Es de vital importancia la detección de los síntomas oportunamente, no obstante, estos pueden variar dependiendo de la parte del cuerpo que las bacterias estén afectando.