Al indagar por asuntos relacionados con lo que está pasando con los árboles y las zonas boscosas que han sido y están siendo taladas en El Poblado y en general en Medellín, queda la sensación de que el verde y los pulmones de la ciudad fueran tratados con los mismos criterios con que se poda el jardín de una casa, es decir, con ninguno en especial, sin directriz específica y sin verificar procesos.
Ante lo sensible del tema de las talas de árboles continuas -que son motivo frecuente de quejas y comentarios a nuestra Redacción y redes sociales-, desde el 5 de julio pasado, es decir, hace más de cuatro meses, hemos solicitado de manera infructuosa al Área Metropolitana del Valle de Aburrá que nos suministre información. La intención era -y es- hacer una nota periodística dando cuenta de cómo se está llevando a cabo el plan de compensación de árboles por talas para proyectos específicos; qué ha pasado con las sanciones y multas impuestas a aquellos que talan sin permiso; cuántos árboles nuevos se han sembrado, cuántos faltan por sembrar y en qué lugares se están haciendo las siembras en reemplazo de los árboles que se cortan para construir, por ejemplo, las obras del Plan Vial de El Poblado o los desarrollos urbanísticos -comerciales, de servicios y habitacionales- que se adelantan sin tregua en la comuna 14.
Pero resulta que nadie en esa entidad, que es la autoridad ambiental, tiene esa información. Según las escuetas respuestas obtenidas de parte de algunos de sus funcionarios, no hay bases de datos que den cuenta de las talas, reposiciones y especies que deben sembrarse y de los lugares donde se han hecho o deben hacerse. ¿Quién controla entonces que las personas naturales o jurídicas repongan lo que cortan según lo establecido por las normas? ¿Quién constata que aquellos que mediante sanción son obligados a pagar multas y a reponer los árboles, efectivamente paguen y hagan la resiembra?
Debería darse a conocer cuál es el plan de las compensaciones, dónde se hacen y por qué. No es lógico que no se conozca de qué manera se compensa el daño ambiental en una zona, sobre todo cuando se obliga a hacer estas compensaciones en otras áreas. Aunque es muy bueno que se proteja el medio ambiente en general, está claro -a manera de ejemplo- que de poco sirve sembrar un árbol en el Parque Arví para compensar una tala en la Milla de Oro. Se trata, en últimas, de la protección del aire que respiramos y de las cuencas de nuestras quebradas.
En esto nos lleva la delantera la Alcaldía de Cali, que tiene disponible en la web un detallado plan de compensaciones arbóreas por obras de Valorización en ese municipio. Se nota que tienen claro el tamaño de su responsabilidad y lo absurdo que puede resultar manejar los recursos naturales de una ciudad como si fueran un jardín casero.