Para los que leen y para los que producen los contenidos noticiosos, no es difícil ver que el periodismo actual es radicalmente diferente al de hace 20 años. Algunos dicen que sólo está cambiando en sus formatos y presentaciones, unos más que está cambiando para convertirse en un cadáver. Otros, como Henry Blodget, son más optimistas. Hace un par de meses el director y editor general de la revista norteamericana Business Insider expuso en un conferencia sobre medios y publicidad en Nueva York que el periodismo había entrado en una edad dorada. No se refería a los periódicos, o a la radio o televisión, sino al periodismo. Para argumentar su caso consideró ante el público que el mundo nunca antes había estado tan informado, que los periodistas hoy tienen virtualmente acceso instantáneo a cualquier personaje en el mundo para obtener información, los dispositivos móviles han dado pie a un consumo de noticias las 24 horas del día, ya no hay problemas de espacio para contar las historias, ni rigidez en la forma de contarlas. Los periodistas ahora se preparan para la diversidad de herramientas, hay más canales de comunicación y circulación, la precisión de la información se verifica, se corrige y se mide gracias a las audiencias en permanente contacto con los medios y periodistas, y, finalmente, cada periodista novato tiene muchas más herramientas para iniciarse en el oficio sin estar vinculado a un medio tradicional.
Tal vez se trate de un renacimiento del periodismo, doloroso como cualquier nacimiento y como todos los cambios. Y es a ese cambio, triste y a la vez interesante, es al que se le mide el Premio Gabriel García Márquez de Periodismo para celebrar, como diría el premio nobel, “el mejor oficio del mundo”. Los 10 nominados en cada categoría (Crónica y reportaje, Imagen periodística, Cobertura noticiosa y Categoría Innovación) han sido seleccionados y los ganadores serán anunciados el 20 de noviembre y recibirán un diploma y la suma de quince mil dólares. Los dos finalistas de cada categoría de concurso recibirán un diploma y dos mil quinientos dólares.
Cambios reconocidos en el premio
Jaime Abello Banfi, director de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, señala al Internet y a la conversación social como los grandes factores del cambio. “Los medio digitales traen enormes ventajas, en ellos se unen diferentes lenguajes y ya no todo depende del periodista, el público interviene y enriquece la información y la circulación”, dice Abello. Sin embargo, el lector se enfrenta a una desbordada abundancia de información y por eso el periodista debe saber contar las historias, atraer al lector en los diferentes compartimentos de formatos que se posibilitan hoy.
Precisamente, teniendo en mente esos diferentes modelos y compartimentos, se diseñaron las categorías del premio. Desde la categoría Crónica y reportaje, que es la más clásica, se consideraron propuestas en todo tipo de soportes; en Cobertura noticiosa se trató de premiar el proceso con diferentes medios; en Imagen Periodística se recibieron propuestas desde el clásico fotoperiodismo, pasando por videos y hasta imágenes creadas digitalmente, explicó el director de la Fundación, y “en la categoría Innovación lo que interesó fue el aprovechamiento de la tecnología y la relación entre la audiencia y el productor de la noticia”.
Cómo debe ser el periodista
Los periodistas actuales saben de sobra que el oficio cambia al ritmo de los pasos agigantados de la tecnología. ¿Deben estar los periodistas, entonces, como decía Blodget, preparados para todas las herramientas, amar la tecnología y volverse necesariamente multimediáticos? Jaime Abello propone que aunque nadie está obligado a nada, sin duda entender la lógica nueva del medio y los cambios del periodismo le dará una ventaja al periodista. Eso sí, lo indispensable en un periodista no ha dejado de ser, y se espera no que no deje serlo jamás: la consideración del periodismo como un servicio público, el deber de la averiguación y la verificación, el saber convertir en historias claras el porqué pasa lo que pasa, dice Abello. “¿De qué sirve dominar formatos novedosos y bonitos sin buena información?”
Periodistas en la nueva jugada
Si el periodismo cambia rápidamente y la actualidad es una constante experimentación de los nuevos modelos del oficio, ¿quién, cómo y qué enseña? ¿cómo se proponen los talleres de formación de la FNPI? “Lo que conviene es la formación continua, a cada uno le corresponde su propio proceso. Los periodistas tienen que tener una actitud de disposición al cambio y valorar lo que otros están ensayando”, dice el director Abello. Ese es el fundamento de los talleres gratuitos (con inscripción) que harán parte del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo, programados entre el 20 y 22 de noviembre. “Hay gente que hace ensayos interesantes”, dice Abello. “Serán talleres cortos con personas que tienen probada experiencia pedagógica y que han logrado propuestas novedosas”. Así se proponen talleres y clases magistrales como “Vigilar desde la sociedad al Estado y el poder privado: un modelo de investigación periodística”, con Mónica González; “Innovación periodística, de la idea a la implementación”, con Marcelo Franco; “El editor y la ilusión óptica”, con Julio Villanueva Chang, y “La sinergia entre las imágenes y las palabras”, con Donna De Cesare.
Sobre los visto en las postulaciones
El periodismo narrativo estuvo fuerte. Cuenta Jaime Abello que casi la mitad del total de las postulaciones pertenecía a la categoría Crónica y reportaje. En la categoría Imagen periodística fue un reto para los jurados comparar imágenes creadas digitalmente con fotografía, videos y combinaciones de las tres. En Cobertura noticiosa se sorprendieron con la extensión de las postulaciones, trabajos muy completos y buenos, y Abello dice que habrá una “sorpresa interesante en el anuncio del ganador de esta categoría”, y en la categoría Innovación, Colombia fue el gran postulante, proporcionalmente, lo que según Abello dice mucho sobre cómo el país piensa en estos cambios del periodismo.