La conexión entre el arte y la transformación social a partir de la belleza permite el surgimiento de la sensibilidad, no sólo en la dimensión individual sino en la colectiva.
Esto es clave a la hora de promover la profundización de la democracia, tan necesaria en países como los nuestros, arrasados por la guerra, la violencia social y política e impactados, este año, por los estragos psicológicos y económicos de la pandemia mundial.
Nuestra actual situación, que se ha venido complejizando históricamente, nos enfrenta al reto de mantener y abrir espacios de diálogo y encuentro, de insistir en la transformación en pro de la profundización de la democracia, la apertura de escenarios para la sensibilidad y la reconstrucción del tejido social. En ello, el arte, los procesos culturales, pedagógicos y de economía solidaria, cumplen roles fundamentales.
“El contacto directo y prolongado con las formas artísticas (entre las cuales incluyo a las literarias) genera una expansión de nuestra capacidad sensitiva y, por ende, de nuestro entendimiento en general”. (Silva, 2019)
Por esto, reconocemos el valor formativo y reflexivo del arte a partir de sus múltiples lenguajes. Concebimos la cultura como un proceso que hace plausible la interacción constante y la identificación de los conflictos sociales, culturales, políticos y narrativos, para así, reivindicar la memoria, proponer la discusión con sentido y descubrir en la alteridad una ruta para fortalecer la democracia y sus instituciones.
Pensamos la cultura como un proceso de creación colectiva que devela las dinámicas de cada grupo humano. Vemos en ella y, puntualmente, en las artes escénicas, prácticas con sentido social, a partir de las cuales, pueden gestarse propuestas estéticas y corporales que recurren a nuevos lenguajes para reconstruir nuestra historia y poner a conversar otras perspectivas. Las artes escénicas constituyen una forma de mirarnos, son el reflejo de lo que somos como sociedad. Debido a esto, nuestra gran utopía es aproximarnos a través del arte a formas de coexistencia que reconstruyan en el tiempo, efectivamente, el tejido social y nos planteen nuevos caminos como especie.
Por lo anterior, desde el año 2017 en el territorio del bajo Atrato chocoano, se lleva a cabo el festival de artes escénicas Selva Adentro el cual ha propiciado la reconstrucción del tejido social a través del arte y los procesos culturales. Para el 2020 y la cuarta versión del Festival, queremos realizar un encuentro desde casa que nos permita, un año más, crear puentes, tejer la palabra y propugnar por la profundización de la democracia, la búsqueda de alternativas al desarrollo y la sustentabilidad social, todo esto con el quehacer artístico como eje transversal.
Con la experiencia de las tres ediciones anteriores, Selva Adentro nos ha permitido evidenciar que el reconocimiento desde la ciudad de los quehaceres artísticos y de memoria colectiva que se gesta en los territorios posibilita otras formas de diálogo y reconciliación. Para materializar esta cuarta versión estamos gestionando desde la ciudadanía una antena para internet que le permita a las comunidades tener conectividad no solo durante el festival, sino en los procesos pedagógicos y educativos que se adelantan en las comunidades del Curvaradó y de esta manera conectarse con otras perspectivas del mundo. Te invitamos apoyar este sueño en la Vaca que hará posible Selva Adentro en Casa aquí.
Por: Equipo Selva Adentro
@selva.adentro.festival en Instagram