Hay varios aspectos claros tras el colapso de la torre 6 de Space. La realidad es que hay en total 627 personas afectadas (561 de Space), sumadas a 53 de Asensi y a 23 de Olivares, dos unidades que fueron evacuadas por el posible colapso de la torre 5.
Es un hecho también que las labores de rescate y atención, que hoy se adelantan con un personal de aproximadamente 200 personas, han debido ser cautas, dados los peligros a los que se enfrentan. Por eso aún siguen 10 personas desaparecidas bajo los escombros.
Es precisamente ese riesgo de lo que pueda pasar en la zona, lo que motivó la decisión de desmontar la torre 5. “Hubo una comisión técnica integrada por Integral, la Asociación de Ingenieros Estructurales de Antioquia y las universidades del G8 del Municipio (que tuvieran Escuela o Facultad de Ingeniería), en la que se indicó que no puede haber demolición ni implosión de esa torre (la 5), porque no hay condiciones para poner explosivos y no se podría controlar hacia donde caerían los escombros”, explicó la alcaldesa (e) de Medellín, Claudia Restrepo.
Este desmantelamiento de la estructura, según indicó la funcionaria, “tomará entre 4 y 5 meses, se hará fragmentando piso a piso el edificio y será responsabilidad de la constructora, aunque con acompañamiento municipal”.
Los análisis de esta mesa de trabajo proponen además que antes del inicio de ese proceso se intente una estabilización temporal del edificio, para que los socorristas arriesguen menos su vida. No obstante, mientras se investiga esta alternativa, los organismos de rescate seguirán en estas condiciones de riesgo sin que haya cómo mitigarlas.
Dudas
Así como hay unos hechos y unas decisiones, se han planteado públicamente serios cuestionamientos que esperan pronta respuesta. Por ejemplo: ¿Por qué Carlos Alberto Ruiz, curador segundo, tiene un apartamento por leasing en Space (209 de la torre 4) y su esposa compró otro en Asensi, siendo él, al mismo tiempo, quien aprobó las licencias de varias torres del edificio epicentro de la tragedia?, ¿por qué –tal y como lo preguntó la hermana del joven fallecido Juan Esteban Cantor– los parqueaderos no estaban con prohibiciones para transitar por allí tras la orden de evacuación?, ¿por qué la constructora CDO desconoció dicha orden e ingresó un grupo de trabajo que terminó sepultado?, ¿por qué había un vigilante, que a la postre resultó herido, haciendo ronda por la torre evacuada?, ¿por qué un reconocido ingeniero calculista como Jorge Aristizábal aseguró en representación de CDO que no había ningún peligro de colapso?
Otra de las preguntas se dio en el debate sobre responsabilidades urbanísticas de los constructores, liderado por el concejal Bernardo Alejandro Guerra, el miércoles 16 de octubre. Esta tiene que ver con los controles de las autoridades a las “irregularidades e ilegalidades que han venido realizando estas constructoras en toda la ciudad”, según la denuncia del citado corporado.
La última pregunta es, obviamente, la importancia de esta tragedia para las discusiones que se vienen dando acerca del Plan de Ordenamiento Territorial (POT). Tal y como lo reconoció el director de Planeación de Medellín, Jorge Pérez, “el tema nos preocupa mucho y por eso en la revisión del POT vamos a ser muy rigurosos y muy restrictivos en muchos de estos asuntos”.