El pasado 11 de septiembre el Fonvalmed, en reunión con la comunidad, presentó los cambios en los diseños del tramo que conecta a la Avenida Regional con la Avenida Las Vegas y que hace parte de la obra de Valorización conocida como Lateral Norte de la Quebrada Zúñiga (edición 540 de Vivir en El Poblado).
Como se recordará, la obra ha sido rechazada por algunos vecinos que consideran que en esa zona no hace falta esa vía, y piden en su lugar un parque lineal. Además, aducen que no hay espacio para llevar a cabo este proyecto.
Ana María Suárez, habitante de Vegas de Zúñiga (la urbanización que linda con esta intervención) y vocera de la comunidad en este caso, explica que no está de acuerdo con que estos cambios en el diseño sirvan para apaciguar las reclamaciones.
Y fue más allá. Interpuso una queja formal ante el Área Metropolitana “porque el Fonvalmed anunció el inicio inmediato de la obra, pero el permiso de aprovechamiento forestal está vencido y los rediseños de la obra no han sido aprobados por esta autoridad ambiental”.
En su queja plantea que el permiso de aprovechamiento forestal fue otorgado por el Área el 27 de septiembre de 2012, resolución que, según su investigación, daba permiso para la intervención precisamente hasta el 11 de septiembre.
Él problema, según ella, es que “Fonvalmed ha reconocido públicamente que tendrán que intervenir la quebrada Zúñiga, incluso la Ayurá, y no tienen permiso de intervención de cauce, lo que es un cambio drástico en los diseños; no tienen concluidos los estudios hidráulicos para poder definir el nuevo diseño”. Agrega que solo cuando les sean aprobados podrían iniciar obras.
Tampoco convencieron los números sobre las talas
El Fonval había anunciado que con los cambios en el diseño se podría lograr que los árboles a talar en la zona pasaran de 50 (aunque tenían permiso para 88) a 16. En cuanto a trasplantes, la cifra pasaría de 35 a 49. Pero en las cuentas de los voceros de la urbanización Vegas de Zúñiga, esto no representa ninguna reducción. “Lo que anunciaron es que despojarán de 65 árboles el tramo (16 talas y 49 traslados) lo que expulsa de su hábitat a las especies que hay, y de paso nos despoja a los ciudadanos del paisaje natural que todavía queda en esta zona urbana”, dijo Ana María Suárez.
Un par de argumentos finales de quienes se oponen a esta vía es que se deben revisar las obras en su conjunto, pues los estudios tienen como base la realidad ambiental y de movilidad del 2006. Advierten, además, que es muy importante que el Área Metropolitana, como autoridad ambiental, se pronuncie a propósito de esta situación. En últimas, habría que verificar y actualizar cuáles son las condiciones de los terrenos en los que se pretende llevar a cabo estas obras.