Los lectores aman los libros. Aman el olor de las páginas viejas y el color amarillento que deja el tiempo. Aman el olor impecable de las páginas perfectas y brillantes de los libros nuevos, la tinta negra y reluciente que promete nuevos viajes a tierras desconocidas. Aman mirar sus bibliotecas y las de otros lectores, recorrer el camino pavimentado con textos y autores. Aman encontrarse de nuevo con las anotaciones personales al margen o con las de un lector anterior. Aman recibir de regreso el libro prestado, especialmente si vuelve leído, disfrutado y comentado por un amigo. Aman oír a los escritores de los libros contar el “detrás del texto”, aman visitar ferias de libros, librerías y bibliotecas, fantasear con un día poder escribir una gran libro. Aman recibir un libro de regalo y sobre todo aman leer. La Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín será el espacio para congregar esos amores durante 10 días, con eventos para todos los gustos.
¿Por qué ir a la Fiesta del Libro y la Cultura?
Aníbal Gaviria
Alcalde de Medellín
“Porque durante 10 días, este certamen brinda la posibilidad a todos los habitantes y visitantes de Medellín de interactuar con escritores y artistas de diferentes lugares del mundo, en un encuentro que resalta e inspira la creatividad y promueve el encuentro ciudadano en un ambiente de convivencia y respeto por la diferencia.
Esta Fiesta nos permite recorrer una de las zonas que mejor representan la transformación física y social de nuestra ciudad, como lo es el nuevo Norte donde el Jardín Botánico, el Parque Explora y el Planetario abren sus puertas a la cultura, la ciencia y la educación.
Los invito a todos a participar de la versión 2013 de la Fiesta del Libro y la Cultura, del 13 al 22 de septiembre. Una manera diferente de acercarse a las letras y disfrutar los espacios públicos de nuestra ciudad”.
Juan Diego Mejía
Director de la Fiesta del Libro y la Cultura
“La Fiesta del libro y la Cultura es la oportunidad de recordar cómo era el mundo antes, cuando todavía no habíamos crecido, y cuando lo único importante era la imaginación.
Es la pausa esperada para disfrutar diez días de libros, conversaciones, exposiciones, conciertos y escritores que se darán cita en el Jardín Botánico, el Planetario y el Parque Explora. Escenarios ubicados en medio de la naturaleza fresca, abanicados por el rumor del viento cálido que recorre el Valle de Aburrá.
La ocasión se presenta a partir del 13 de septiembre y se extenderá hasta el domingo 22 de septiembre. Vamos a vivir esta fiesta que cuenta con invitados de diecisiete países y una muestra comercial de primera categoría. Todos somos anfitriones”.
Lina María Aguirre
Periodista y filóloga
“Un escritor solamente comienza un libro. Un lector lo termina”, dijo alguna vez el prolífico Doctor Samuel Johnson, célebre hombre de letras inglés. La Fiesta del Libro es la ocasión para celebrar ese trabajo conjunto que tenemos, así a veces sea difícil, ingrato, frustrante o se quede incompleto. En la programación de este año, me llama particularmente la atención la diversidad de temas e invitados. Es también interesante la propuesta del tema ‘la ciudad y los escritores’, que involucra por extensión al público que lee a su vez la ciudad, que intenta descifrarla, exponerla, denunciarla, reinventarla si es posible. En Medellín, una propuesta así puede tener resonancia. Lo mejor de la Fiesta: que cada quien se la puede hacer a su gusto, armarse su propio programa y decidir a quién quiere ver sin que haya una voz oficial sermoneando. En ese sentido, es realmente una oportunidad de que el público se convierta en coautor de la Fiesta, y de los libros que se proponga terminar de escribir”.
Esteban Carlos Mejía
Escritor y columnista
“‘El libro es como la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez se han inventado, no se puede hacer nada mejor. No se puede hacer una cuchara que sea mejor que la cuchara. El libro ha superado la prueba del tiempo. Quizá evolucionen sus componentes, quizá sus páginas dejen de ser de papel, pero seguirá siendo lo que es’, dijo Umberto Eco.
Una antigua canción andina se pregunta con desconsuelo ‘¿para qué los libros?, ¿para qué, Dios mío?’ Para amarlos. Para amarse. Para amarnos. Es impajaritable: el trato con los libros lleva al amor. A la imaginación. A la memoria. A dejar de ser lo que somos para ser aquello que hemos soñado, anhelado o intuido. Hacerle fiesta a los libros, por tanto, es lo mínimo que podemos hacer por nosotros mismos”.