Los vecinos de la urbanización Vegas de Zúñiga siguen adelante con sus reparos acerca de la construcción del primer tramo de la obra Lateral Norte de la quebrada Zúñiga, que hace parte del paquete por Valorización para El Poblado.
Ellos han expresado su inconformidad por considerar que generará aún más tacos por el semáforo adicional que ubicarían en la Avenida Las Vegas, a la altura de la calle 18 Sur, y porque en esa zona se tiene contemplado un parque lineal.
No obstante, y a pesar del peso de estos argumentos, ahora el debate se ha enfocado en si realmente esa porción de territorio, entre la urbanización Vegas de Zúñiga y la quebrada del mismo nombre, es suficiente para adelantar un proyecto vial.
“Nos hablaron de un metro y medio de andén, uno y medio de zona verde, siete metros de vía y tres metros de retiro de quebrada. Pero nosotros insistimos en los 10 metros de retiro que prevé el POT en este caso. El director de Planeación, Jorge Pérez, nos dijo que el POT no era violado porque supuestamente un parque lineal también puede contemplar una vía. Pero si usted revisa los metros de retiro que vemos no son suficientes para un parque”, dice Ana María Suárez, una de las voceras de estas reclamaciones.
Luego de varias reuniones, los funcionarios de la Alcaldía de Medellín se comprometieron a buscar soluciones para llevar este proyecto por buen camino.
Luis Alberto García, director de Fonvalmed, informó sobre una visita técnica realizada el pasado 15 de agosto para “estudiar la posibilidad de disminución de talas por medio de algunas modificaciones a la sección de vía y de andén”. La propuesta del Fonvalmed fue entonces restarle un metro a la vía para aprovecharlo en la conformación de un “andén-parque-sendero”, diferente a los que se tienen normalmente en la ciudad.
Para los habitantes de la urbanización los números siguen sin cuadrar. Ellos se dieron a la tarea de medir el espacio de uno de los bloques de apartamentos con la quebrada y obtuvieron como resultado que solo hay 4.80 metros de retiro.
“No hay espacio ni siquiera para la vía sola. Además, nosotros manifestamos preocupación y solicitamos concepto técnico a Metrorrío, porque la quebrada se desborda. Presentamos unos videos en los que quedan claros los riesgos”, continúa Ana María Suárez. Agrega que esta incompatibilidad entre lo que se quiere hacer y la disponibilidad de terreno, se debe a que estos diseños llevan cerca de seis años y durante este tiempo el afluente ha ido ganando espacio.
Ante esta posibilidad, Ana María Suárez ha pedido en repetidas ocasiones los estudios hidráulicos, pero, según ella, le han dicho que no los tienen.
Con Envigado
Un elemento adicional que se ha sumado a este análisis es que el proyecto se encuentra en el límite con Envigado. Le han pedido a Planeación, en cabeza de Jorge Pérez, que busque soluciones conjuntas, tras analizar en detalle todos los componentes legales, técnicos, de diseño y ambientales y de acuerdo con los planes que tiene ese municipio con el margen que le corresponde de la quebrada.
Sin embargo, el director Jorge Pérez deja claro que “solo si encontramos razones que nos evidencien que la vía no se debe hacer o que hay riesgos o problemas o incumplimientos de la normativa, no procederemos”. Y advierte: “Nuestra responsabilidad es tratar de hacer el proyecto más racional, más sostenible, más funcional y más económicamente viable posible”.
Por ahora en este conjunto residencial se inició un proceso de recolección de firmas, pues, dicen los residentes, ven que la legalización del contrato sigue su curso. “Esa será la manera de garantizar que tengan en cuenta que hemos observado serias inconsistencias”.
Publicado en la edición 533 (julio 25 de 2013)