Alcalde, el túnel está en sus manos
Ya se han talado seis árboles del túnel verde: aún es tiempo de parar y evitar un daño irreparable
Las protestas de la comunidad en aras de proteger el hermoso túnel verde de la vía que comunica a Medellín y Envigado no tienen precedentes en estas tierras. Parece que la tala de estos árboles hubiera sido la gota que rebosó la copa de las inconformidades que de tiempo atrás manifiestan los habitantes de El Poblado cuando ven caer los árboles que han caracterizado su entorno. No todos han sido talados para dar paso al desarrollo y la construcción de viviendas avaladas por Planeación; muchos, muy hermosos, han caído por decisiones infames de algunos constructores que de lo único que entienden es de plata.
La unión que se ha formado en torno a la defensa del túnel verde no puede ser considerada un capricho pueril sino una manifestación respetable de personas en las que prevalecen valores diferentes a los que representa el uso desmedido del hacha y el machete, hoy reemplazados por las motosierras. Túneles de estas características son cuidados en otros lugares del planeta como si fueran un tesoro, son considerados patrimoniales y se han convertido en atractivo turístico, incluso algunos han sido propuestos para entrar a la lista de las maravillas del mundo.
El túnel verde que une a El Poblado y Envigado es también un atractivo turístico. Basta preguntar al azar a alguno de los turistas que visitan esta zona de Medellín qué es lo que más le gusta de El Poblado: mencionará este pulmón verde, un oasis en medio de la bulla, de los carros, del cemento, del comercio, de la rumba.
Por eso el alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria, como presidente de la Junta Directiva de Metroplús, como mandatario del municipio que posee el 56.40 % de las acciones de esta empresa (el Metro tiene el 25.64 %, la Alcaldía de Envigado el 8.30 %, la Alcaldía de Itagüí el 5.13 %, las Terminales de Transporte el 4.10 %, y el Idea el 0.44 %) tiene hoy la potestad de tomar la determinación que desde muchos rincones se está implorando: suspender las obras del tramo 2B del sistema integrado de transporte masivo Metroplús, como se lo acaba de pedir también el Concejo de Medellín en pleno, luego de oír varias voces autorizadas en este tema.
Ya se han talado seis árboles del túnel verde: aún es tiempo de parar y evitar un daño irreparable. Más aun cuando hay urbanistas reconocidos, como Laureano Forero, de la SAI, que opinan que es un error llevar el Metroplús por una línea paralela al metro, como lo es la carrera 43 A, “en lugar de llevar a la manera de espina de pescado todo el flujo de usuarios perpendicularmente a las estaciones”. Es decir, no hay consenso en que el trazado de Metroplús sea el apropiado. Es preciso oír esas voces diferentes, analizar sus propuestas, sacar conclusiones y después sí, con base en esos elementos, tomar las decisiones. Antes no. A pupitrazo limpio no. Sin certezas no. Más grave sería entonces destruir el túnel verde. Podría ser un sacrificio, un enorme sacrificio, en vano.
Alcalde Gaviria, la decisión está en sus manos.