Los recientes casos de extorsión en unidades residenciales de la loma de Los Bernal y Robledo, alertaron a la comunidad y a las autoridades en El Poblado.
Corpoblado convocó a una reunión el martes 25 de junio, en San Fernando Plaza, con personal del Gaula, la Policía, funcionarios de la administración municipal, medios de comunicación y administradores de urbanizaciones.
John Triana, adscrito al Gaula Medellín, mostró algunos de los ejemplos de extorsión más comunes y manifestó que los delincuentes usan varios modus operandi para llevar a cabo los ilícitos. “Tenemos ejemplos de personas que extorsionan desde la cárcel y que montan una película para que las víctimas sientan miedo y procedan a pagarles. Pero lo que debemos advertir es que si una persona paga una vez, lo seguirá haciendo muchas veces más. Si estos delincuentes ven que pueden obtener dividendos con las amenazas, las seguirán efectuando”, advirtió Triana.
Según las investigaciones que se han abierto por los casos de extorsión en copropiedades en otras zonas de la ciudad, una de las modalidades es llamar a los administradores o llegar directamente a las porterías para advertir que ellos están pidiendo estas vacunas. “En otras ocasiones estos individuos cobran hasta por el número de vehículos parqueados en la urbanización”, continuó Triana.
Aunque en El Poblado no han ocurrido estos casos, el llamado es a tener cuidado con este tipo de extorsiones, precisamente para evitarlas. El Gaula Medellín invita a llamar a la línea gratuita 165 además del 123 para denunciar este tipo de eventualidades.
Por su parte, Juan Jairo García, asesor de la Secretaría de Gobierno, advirtió que se trata de tener solidaridad con lo que pase con los vecinos y con la decisión de denunciar por encima de todo. “Estamos seguros de que el 90 por ciento de los casos de extorsión que se denuncian, terminan con un desenlace positivo para las víctimas”, dijo.
García aprovechó para recomendar algunas medidas que pueden ayudarle a los copropietarios a mantener su seguridad. Entre ellas mencionó estar más pendientes de las personas que viven o trabajan en la copropiedad, no dejar paquetes o grandes cantidades de dinero en porterías, no comentar abiertamente intimidades, planes de viaje, ni hablar acerca de pertenencias o entradas de dinero excepcionales para la familia. Remató, además, con un llamado a no exponer la vida personal en redes sociales. Solo lo estrictamente necesario.