“No vuelvo a la ciclovía”, dice la pintora Nacy Samur, luego de la experiencia que vivió el 26 de mayo en la ciclovía, por San Fernando Plaza, con su nieto de seis años. Este se montó en la parrilla de una bicicleta alquilada y los radios de la llanta le cogieron un pie. Lo peor, cuenta Nancy, es que no había ambulancia, primeros auxilios o alguien que atendiera al pequeño. A lo angustioso de la situación se sumó la rapidez con la que pasaban los ciclistas. Al fin, el niño fue trasladado a una clínica de El Poblado. “Parecía un hospital de guerra, lleno de niños aporreados en la ciclovía”, asegura la pintora, y pregunta por qué la Alcaldía no toma medidas de seguridad para proteger a la ciudadanía en este espacio. “Que establezcan controles, límites de velocidad, que no permitan el alquiler de bicicletas sin casco, que entreguen volantes con medidas de precaución. Hagámoslo por los niños de El Poblado”, pide.