Juan Diego, con su ropa hecha harapos y el pelo enmarañado, lleva a cuestas un costal con cartones, envases y plásticos. Todos los días, a la media noche, camina desde el Centro de la ciudad, en la Candelaria, hasta el Barrio Colombia, lugar que por el desarrollo industrial y comercial, es el perfecto para encontrar material reciclable y, por lo tanto, el mejor sustento para él.
“Sé que el gobierno tiene un lugar donde nos atienden a todos nosotros que estamos en la calle. Pero ya tanto tiempo viviendo esta vida, es difícil salirse de ella… aunque sí me gustaría poder encontrar un trabajo mejor y que nos ayuden”, señala esta persona sin hogar.
Según la Secretaría de Inclusión Social y de Familia, en Medellín existen cerca de 21 mil habitantes de calle. En El Poblado, la cifra es difícil de definir por la movilidad y la condición flotante de esta población, pero según expresa Alejandro de Bedout, de la Junta de Administradora Local, en un estudio realizado en 2009, El Poblado ocupó el séptimo lugar en mendicidad entre las 16 comunas de Medellín. No hay un censo más reciente, pero se cree que el número de indigentes ha aumentado en la comuna 14, sobre todo de noche.
“El Poblado es un atractivo para estas personas porque acá encuentran refugio seguro y comida, ya que los restaurantes les ofrecen alimentos. Uno podría decir que muchos de estos habitantes, acá comen a la carta. Los comerciantes no lo hacen de mala fe sino porque se sienten dolientes al verlos hambrientos. Se han convertido en parte del paisaje, sin embargo hay que hacer un llamado para entregarles una mejor ayuda a estas personas”, expresa el edil.
Las autoridades locales han identificado que en El Poblado la población de calle aumenta en las noches. Muchos de ellos se desplazan desde La Candelaria, sector céntrico que alberga la mayor cantidad de estas personas, para llegar a sectores como Barrio Colombia, Provenza, la Calle de la Buena Mesa, entre otros lugares. Para algunos habitantes, esta situación trae consigo una percepción de inseguridad y una mala imagen para la comuna 14, donde continuamente llegan turistas y visitantes.
Un nuevo amanecer
El viernes 3 de mayo, en plena madrugada, el Sistema de Atención de Habitantes de Calle, programa de la Secretaría de Inclusión social y de Familia, en compañía de la gerencia de El Poblado, el Comité Local de Gobierno, la JAL, Espacio Público, los inspectores y Policía, realizó una intervención en Barrio Colombia. El propósito era identificar los lugares de permanencia de los habitantes de calle y convencerlos de recibir la atención del Municipio para su resocialización.
“Estas intervenciones se continuarán realizando. Esta vez, como no es obligatorio sino voluntario, logramos que tres personas se integraran al sistema. Desde la Gerencia venimos promoviendo este ejercicio junto a la comunidad y los empresarios, mostrando los centros que tiene el Municipio, los hoteles para que duerman en caso de que quieran y las capacitaciones en mecánica, pintura, o actividades manuales”, señala Astrid Velásquez, gerente de El Poblado.
“Queremos hacer una campaña pedagógica para que los comerciantes no den comida a los habitantes de calle porque esto va a permitir que permanezcan en la zona. La idea no es desterrarlos, sino que haya un compromiso de todos para que estas personas puedan resocializarse e ingresar a la cadena productiva. Muchos de ellos pueden aprender algún oficio como fabricar traperos y los mismos comerciantes pueden ser sus compradores”, señala el edil Alejandro de Bedout.
Para la semana del 23 de mayo, la Gerencia de la comuna 14, junto a las distintas dependencias del Municipio, planean realizar una nueva intervención. Esta vez en Las Vegas, la 10 y el Parque Lleras.