El colombiano Dan Gamboa es arquitecto. Su trasegar por el mundo lo llevo a trabajar a China, lugar que fue su residencia hasta hace muy poco. Además de su trabajo cotidiano, Dan también dedica sus días a contar sus historias de viaje a través su cuenta en Instagram, (@dangamboa).
A finales de 2019 y principios de 2020, se encontraba en España. Tuvo la oportunidad de estar con su mamá en lo que para ella (y para él) era un viaje soñado. Sacó vacaciones en su lugar de trabajo y salió de su casa dejando en China gran parte de sus cosas.
“Es extraño, ahora que lo pienso”, dice, “vivo la pandemia del COVID-19 desde que inició”. Supo del virus la primera semana de enero. “Era 5 o 6 de enero, y las noticias empezaron a llegar de mi sitio de trabajo”. Y poco a poco empezó a ver cómo algo que estaba a 4.000 kilómetros de distancia empezaba a afectarlo en lo personal. “Yo salí una semana antes de que todo comenzara. En mi casa dejé mi máscara contra la polución… dejé muchas cosas”. Y recuerda que poco a poco los correos electrónicos que enviaba a su oficina se iban quedando sin respuesta. “Todo se hizo más lento y lo peor es que nadie me decía nada”.
Europa, mientras tanto, seguía su ritmo. “No entendían el contexto de la información, no sabían cuál era la gravedad de las cosas que estaban pasando”. Pensaban, tal vez, que sería algo ajeno. Fue en el momento en el que a Dan le cancelaron el vuelo de regreso a su hogar que entendió que todo se estaba poniendo serio. De España, que aún no estaba ni cerca de la realidad que vive hoy, Dan se fue para París.
“Me encontré con una ciudad vacía y no por la cuarentena”. Gran parte del turismo masivo que llega a París proviene de Asia: chinos, japoneses y coreanos dejaron de viajar, lo que cambiaba el paisaje de la capital de Francia radicalmente. “Eso te hace pensar. El turismo masivo le hace mucho daño al mundo. Creo que cuando todo esto pase la forma en la que viajamos va a cambiar. Temas como el distanciamiento harán que repensemos mucho cómo nos acercamos hoy a las ciudades y los lugares turísticos.
Dan está en Rumania. La estadía en el espacio Schengen lo obligó a buscar un país en Europa del este en el que pudiera vivir. Vive la cuarentena como todo el mundo lo hace en este momento, teniendo también la certeza de que su familia está bien “Siempre estoy ahí, la tecnología permite estar conectados. También me queda la confianza: confiar en que ellos se cuidan como yo lo estoy haciendo”.