Alerta temprana
La población flotante de esta comuna es copiosa. Está compuesta por miles de trabajadores provenientes de otros barrios de la ciudad, muchos de ellos populares
Se ha ido generalizando poco a poco en la comuna 14 el transporte informal, el de los llamados chiveros, y también el de los taxis que son utilizados como colectivos. Esta práctica ilegal, puesto que no está permitida por las autoridades de tránsito, es una evidencia más de las deficiencias de la movilidad en El Poblado.
Erróneamente se cree que este sector de Medellín es solo habitado y frecuentado por personas de estratos altos, con todas sus necesidades básicas satisfechas y, por supuesto, la del transporte, con sus vehículos particulares.
Nada más ajeno a la realidad. La población flotante de esta comuna es copiosa. Está compuesta por miles de trabajadores provenientes de otros barrios de la ciudad, muchos de ellos populares. Laboran en casas de familia, o trabajan en las decenas de proyectos de construcción que se desarrollan a lo largo y ancho de El Poblado, en urbanizaciones, restaurantes, bares, discotecas, hoteles, hostales, casinos, oficinas, bancos, centros comerciales, almacenes de cadena, bodegas y fábricas, entre otros.
Los estudiantes también conforman un grupo significativo. Por ejemplo, en plena Avenida Las Vegas, a solo dos cuadras de Monterrey, está el colegio más grande de Medellín, el Inem José Félix de Restrepo, con una población de cinco mil estudiantes, gran parte de ellos habitantes de otros sectores; sobre la misma vía están el Politécnico y Eafit, esta última con una comunidad educativa de 12 mil personas, entre alumnos y profesores, provenientes también de diferentes barrios de la ciudad.
Y todas estas personas de alguna manera tienen que llegar a El Poblado, la mayoría en transporte público. De ahí que el metro viva lleno, y las filas en las horas pico en la Estación Poblado sean insufribles. A muchos otros no les sirve el metro, pero tampoco las rutas de buses. Por ejemplo, alguien que viva en Conquistadores solo tiene como opción una muy demorada ruta hotelera, por lo cual opta por transportarse en taxis colectivos o con chiveros, al menos de regreso para su casa. Y es en este contexto donde se consolidan empresas ilegales que se convierten en competencia desleal para las empresas conformadas legalmente.
El asunto requiere ser analizado con detenimiento por las autoridades, pues podría estimular la presencia en El Poblado de grupos al margen de la ley que estén dispuestos a dar la batalla, no siempre de buenas maneras, para conservar o hacerse a un negocio sin duda rentable. Ese camino ha sido transitado, desde años atrás, por otros barrios de Medellín, y ha estado rodeado de violentas confrontaciones por las rutas del transporte, enfrentamientos que han dejado cientos de muertos.
Pero, además, esta situación deja claro que llegó la hora de pensar en serio en otras alternativas de transporte público de calidad para la comuna 14.
La pelota está, pues, en manos de nuestros gobernantes.