No toda la culpa de la contaminación la tienen los automóviles, que, por lo general, en Medellín los mantienen bien. Hay que ver los camiones y los buses, que cuando uno va detrás le tapan totalmente la visibilidad.
¿Y quién ha pensado en las construcciones de las vías y de los edificios? Vuela tierra, vuela cemento y vuela arena. Además que talan y talan y no reponen. Deberían cobrar una multa por cada árbol que talen, incluyendo el Área Metropolitana.
Por Nora María López
Barrio San Lucas