Opinión de Carolina Zuleta Maya
“Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad lo que más nos asusta. Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, magnífico, talentoso y fabuloso? En realidad, ¿quién eres tú para no serlo? Tú eres un hijo de Dios. El jugar a ser pequeño no le sirve al mundo. No hay nada iluminador en encogerse para que otras personas no se sientan inseguras a tu alrededor. Todos estamos destinados a brillar, como lo hacen los niños. Nacimos para manifestar la gloria de Dios que está dentro de nosotros. No sólo en algunos de nosotros, sino en todas las personas. Y a medida que dejamos que nuestra luz brille, inconscientemente damos permiso a otras personas a hacer lo mismo. A medida que nos liberamos de nuestro propio miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.” – escrito por Marianne Williamson, y utilizado por Nelson Mandela en uno de sus discursos.
¿Qué significa este escrito para ti? Este escrito nos recuerda el gran poder personal que tenemos. Estoy convencida de que dentro de cada ser humano existe el potencial de ser la persona que desea ser, así como dentro de cada semilla existe el potencial de ser un árbol gigante, con frutos y flores… pero ese potencial hay que cultivarlo.
Vi una imagen en Internet, que muestra a un pequeño gatito mirándose en el espejo, y en el espejo se ve reflejado un gran león. ¿Qué ves tú al mirarte en el espejo? Hoy, después de leer este artículo, date permiso de mirarte en el espejo y ver la persona que quieres ser, la persona que realmente eres: increíble y maravillosa. Enfócate en tu potencial, vive la vida sabiendo que tienes poder sin medida. Es más, vive cada día sintiendo que tienes la responsabilidad de brillar y observa qué pasa.
Cuando movemos nuestra atención de lo que estamos viviendo en el presente a lo que queremos ser, cuando observamos nuestras vidas a través del lente que nos dice que todo es posible, entonces empezamos a ver las posibilidades. De la misma manera cuando miramos a las personas que nos rodean como el león en vez del gatito, les damos el espacio para convertirse en las personas que sueñan ser. Recuerda lo que nos dice Marianne Williamson, si nos damos el permiso de brillar, nuestra luz tocará a otros para que también brillen.
Te reto a que veas más allá de lo que tus ojos ven, te reto a que veas en ti la persona que deseas ser. Te reto a que veas en tus hijos y personas amadas las personas que sueñan ser. Te reto a que veas en las personas con las que trabajas o estudias todo su potencial. Ensaya vivir la vida a través del lente que ve el potencial de las personas y observa qué pasa. Dicen que esta era la manera en que Jesús hacía milagros, Él no veía al ciego, sino que veía su deseo de ver. Tú también puedes sacar lo mejor de ti, y de los que te rodean, si descubres el poder de enfocarte en el potencial.
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El poder de ver el potencial
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