Cuando éramos niños era completamente natural amarnos, así tal cual éramos. Si observas a un bebé te das cuenta que para ellos su cuerpo es un misterio, algo con lo que están fascinados; se meten las manos y los pies a la boca como si fueran los mejores juguetes. Cuando están aprendiendo a caminar se caen cientos de veces, pero se vuelven a levantar sin sentirse mal porque no lo pueden hacer bien, y cuando están muy cansados de intentarlo, gatean sin sentirse culpables.
Pero a medida que fuimos creciendo empezamos a criticarnos. Empezamos a crear patrones de pensamientos basados en lo que oíamos de otros y nuestra interpretación de lo que ellos decían. Así empezamos a criticar nuestros cuerpos, nuestras decisiones, empezamos a pensar que no somos lo suficientemente fuertes, inteligentes o capaces. Ahora cuando estamos aprendiendo algo nuevo nos sentimos mal por no hacerlo bien la primera vez. Como coach veo como las personas que están haciendo cambios importantes en sus vidas, se recriminan cada que se equivocan; hemos olvidado tenernos paciencia. Lo bueno es que toda esta crítica y recriminación es una construcción de nuestra mente, y la podemos cambiar hoy.
Todos los días tenemos millones de pensamientos. Desde que nos despertamos en la mañana estamos pensando, y la mayoría de veces los pensamientos están guiados hacia los problemas que tenemos y antes de pararnos de la cama ya estamos sintiéndonos estresados. Louise Hay y Cheryl Richardson proponen, en su libro “Tu puedes Crear una Vida Excepcional”, que crees rutinas en tu vida que te ayuden a cambiar los pensamientos negativos por positivos y que te ayuden a practicar el autoamor todos los días. Por ejemplo, ellas proponen poner un papel en el espejo del baño con algunas frases como “Buenos días (tu nombre). Te amo. Realmente te amo”, “Te ves maravilloso (a)”, “Hay grandes experiencias esperándote hoy” o “Tienes la mejor sonrisa”.
Esto puede parecer un ejercicio tonto, pero la psicología ha demostrado que si repetimos algo por 21 días seguidos, nuestra mente lo toma como real. Entonces después de 21 días de decirte “Te Amo” vas a tener un amor mucho más profundo por la persona que eres. ¿En qué parte de tu vida te sientes un poco fuera de balance? Escribe una afirmación expresando lo mucho que amas esa parte de tu vida y observa como cambia.
Nuestra vida no tiene que cambiar para que nos sintamos mejores, la mayoría de veces solo basta cambiar la perspectiva con la que la vemos para sentirnos mucho mejor. Tenemos millones de pensamientos al día, tu eliges si son positivos y llenos de autoamor, o negativos y autocríticos. Imagínate cómo cambiarían tu estado de ánimo, tu salud y tu bienestar, si cambiaras todas las veces que te dices “no soy suficiente” por “me siento feliz de ser la persona que soy”.
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¿Qué tanto practicas el autoamor
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