Una de las principales decisiones a las que se enfrentan las mujeres es la de tener o no un hijo. En la mayoría de los casos es tomada en pareja, pero también hay quienes lo deciden como proyecto de vida y con métodos alternativos.
Luz Ángela Ramírez, psicóloga de la UPB, señala que hay aspectos relevantes por considerar, psicológicos, sociológicos y biológicos, y cree que una mujer rara vez se sentirá del todo preparada para la maternidad: “es natural que existan dudas, pero esto no impide que se esté seguro de querer un hijo”.
La ginecóloga Juliana Arbelaez explica que la maternidad desde el punto de vista médico tiene varios momentos. Uno de ellos es la edad de la mujer, pues esta determina la fertilidad. A los 20 años, explica Juliana, el cuerpo está en las mejores condiciones, mientras que entre los 30 y los 35 embarazarse puede tardar más. La posibilidad después de los 35 se reduce a un 20 % y las condiciones biológicas son más desfavorables.
Después de los 40 la viabilidad es inferior a un 5 % y es considerado de alto riesgo, pues aumentan las posibilidades de tener enfermedades como preeclampsia, placenta previa y malformaciones genéticas.
Las mujeres nacen con un número de óvulos determinado que con los años pierden calidad, por esto una de las alternativas para quienes han decidido tener un hijo, pero postergan el momento por las prioridades en su proyecto de vida, es la congelación o vitrificación de óvulos, para preservarlos sin que se alteren. En Colombia operan 32 centros especializados que cuentan con profesionales idóneos y aprobados por el Invima.
Visitar al ginecólogo, hacerse un examen médico completo y una revisión odontológica, tener buenos hábitos alimenticios y hacer ejercicio son prácticas recomendables para quienes aborden 2020 con el sueño de ser papás.