La creatividad es parte de la vida diaria. No debe pensarse solo en arte, música o diseño. También en solucionar un problema laboral, crear actividades para los hijos o enfrentar el crecimiento de los adolescentes. Óscar Martínez, director creativo de la agencia de publicidad Chef, ha desarrollado un método personal cada vez que debe presentar una nueva campaña.
Aunque se enfoca en el mundo del mercadeo, los pasos son recomendables cada vez que se quiere crear una solución a un problema del diario vivir.
“La creatividad es un estado emocional”, dice Martínez. Por eso, hay que tener espacios óptimos: “estar muy tranquilo, conectar mente y cuerpo”.
Lo más importante es saber a dónde se quiere llegar, “pensar en el para qué y en el porqué, qué es lo que se quiere solucionar”, explica Martínez.
Dependiendo del asunto, existen diversas formas de abordarlo: “desde la soledad: escuchar música, leer un libro, navegar en internet, ver videos o películas. En compañía: crear un buen ambiente, generar una atmósfera en la que se pueda conversar y estar cómodo alrededor de otras personas”, dice.
Luego, se empieza una exploración: recorrer caminos que permitan solucionar el problema. Vale la pena hacer el Wallet Project, una metodología de Design Thinking que pide pensar en una billetera ideal.
Funciona obligarse a trabajar bajo presión: “decirse tengo tanto tiempo para pensar en algo; o se necesita este resultado; o tengo este presupuesto”.
Nunca está de más referenciarse, mirar qué han hecho otros en búsqueda de inspiración.