Freddy Marimón es doble campeón mundial en surf adaptado y es ejemplo de superación con tan solo 14 años de edad.
Era la primera vez que Freddy Marimón visitaba el bowl de skate ubicado en Ciudad del Río. Este espacio fue el escenario perfecto para demostrar sus habilidades: con un solo brazo, este niño oriundo de Cartagena domina el skateboard.
La potencia en su extremidad derecha le permite avanzar con velocidad y dominar la pista ante la mirada de sus compañeros de disciplina.
Pero la destreza no es exclusiva con la patineta. A sus 14 años ya es doble campeón mundial de surf adaptado. La suya es una historia llena de dificultades que han puesto a prueba esa capacidad de superación por la que ahora se destaca.
Desde pequeño inició con la práctica de la natación y, ante la falta de sus piernas, a los cinco años comenzó a utilizar la patineta para poder movilizarse. Esta mezcla de habilidades le han dado un potencial enorme para sobresalir.
En sus inicios en el deporte acuático, los entrenamientos para adquirir la técnica estaban previstos para que la dominara en una semana; sin embargo, su capacidad de resiliencia le permitió cumplir su logro en una hora.
Freddy nació con una malformación congénita y focomelia con ausencia de miembros inferiores y superior izquierdo con luxación de los fémures. Por decisión médica, le fueron amputadas las dos piernas y su brazo derecho; estos obstáculos en el comienzo de su vida le dieron más fuerza, además, Ilsy Blanco Alcázar, su mamá, ha sido un soporte fundamental. Junto a sus otros dos hijos, ha sacado adelante a su familia como madre soltera.
Este equipo hace el equilibrio perfecto para afrontar la vida: mientras que Freddy es adrenalina sin pausa, Ilsy es reflexión y mesura. Esta química entre madre e hijo le ha permitido tener una enorme capacidad mental para lograr dos títulos mundiales seguidos y un suramericano en surf adaptado.
Cuenta su madre que es tal la seguridad y las ganas de comerse el mundo que genera una admiración profunda. En una ocasión, su prima menor le dijo que “quería que le quitaran las piernas para poder ser como él y poder viajar por el mundo”. Y es que Freddy Marimón es un fiel reflejo de esa visión de vida que dice que los límites solo están en la mente, un fiel ejemplo de que las adversidades se pueden superar con disciplina y pasión.
Por: Tomás Molina Pineda / [email protected]