“Este mes sí voy a ahorrar más”. “Mañana empiezo dieta”. “Voy a empezar a estudiar para el examen de la maestría”. ¿Alguno de estos propósitos te suena conocido? Casi todos tenemos algo que queremos cambiar o mejorar, pero fracasamos una y otra vez. No tenemos suficiente fuerza de voluntad. Esta conclusión nos hace perder la motivación, la confianza en nosotros mismos y hasta la autoestima. Pero el único error que estamos cometiendo es que estamos sobreestimando el poder de la fuerza de voluntad.
Cambiar un hábito es tal vez una de las cosas más difíciles de hacer. Por ejemplo, la causa número uno de muerte en el mundo hoy, no es viral ni genética. La causa principal son nuestros malos hábitos alimenticios y la baja actividad física, y aunque tenemos toda la información sobre qué debemos comer y cuánto ejercicio debemos hacer, solo el tres por ciento de las personas que deben hacer un cambio en su estilo de vida lo logran. ¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
El problema principal, según los autores del libro Change Anything, es que cuando decidimos cambiar un comportamiento no nos tomamos el tiempo para crear un plan estratégico que nos lleve al éxito. En mi trabajo como coach ayudo a las personas a crear estos planes para que puedan alcanzar lo que sueñan. Aquí te comparto algunos principios para que puedas empezar a diseñar tu propio plan.
1. Ten la actitud correcta. En vez de estar buscando soluciones rápidas, conviértete en un investigador de tu propio comportamiento. Entiende por qué actúas de una u otra manera. Con curiosidad y compasión vas a aprender lo requerido para poder cambiar de manera permanente.
2. Divide tu meta en pequeñas metas que sean alcanzables semana a semana. En vez de ponerte la meta de correr una maratón, empieza por correr tres kilómetros esta semana. Estas pequeñas metas deben requerir un cambio en tu comportamiento, pero un cambio que sea alcanzable y realista.
3.Ten claridad sobre por qué estás haciendo ese cambio, y crea algún sistema que te lo recuerde. Puedes escribir qué va a pasar en cinco años si no haces ese cambio y luego puedes pegar ese escrito en tu espejo para que lo recuerdes permanentemente.
4. Ten apoyo de otras personas. Comparte el plan que estás haciendo con los que te rodean y pídeles su apoyo y ayuda. Si tienes una amiga que siempre te invita a comer postre y estás en el plan de hacer dieta, pídele su apoyo y diseñen juntas una nueva manera de compartir tiempo.
5. Haz cambios a tu espacio físico. Si por las noches no estudias por ver televisión, entonces desconéctala durante la semana y guarda el cable en un cajón. Así, te costará un poco más prenderla y es probable que no lo hagas.
Tú tienes el poder de transformar tu vida, a veces lo que necesitas es algo de información y práctica. Y acuérdate: “No puedes fracasar, si nunca te rindes”.
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No basta la fuerza de voluntad
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