Moisés Iván Aguilar a sus 60 años está contando los veinticuatro meses que le faltan para la jubilación. Eso sí, mientras llega la fecha, seguirá entregando su mejor labor en la unidad La Cañada, en Castropol, donde trabaja hace un cuarto de siglo.
Ama su trabajo, reconoce que las cerca de sesenta personas que viven en la unidad son muy formales y “cercanas”, es feliz y siente un gran sentido de pertenencia y gratitud con los residentes y compañeros.
Es amante del ejercicio y utiliza la bicicleta como medio de transporte desde su casa en Villa Hermosa. También disfruta del fútbol y es hincha del América de Cali.
Se casó hace 30 años con Lucía Bedoya, a quien conoció porque utilizaban la misma ruta de buses. Cuenta Moisés que ella es su mano derecha y agrega “yo a esa mujer le debo todo”. No tuvieron hijos y disfrutan el tiempo juntos, les gusta salir a caminar y recorren el Centro cuando él está libre.
Cuando se jubile tiene dos sueños: viajar a San Andrés a conocer el mar y luego visitar Cartagena.