Jhonny Maestre Palma tiene 59 años, nació en Magdalena y vive en Medellín hace 31 años, a donde llegó con su esposa gracias a que “el amor todo lo puede”. Aunque no pierde su alma costeña, su acento lo delata, reconoce que ama a Medellín y que es feliz, pero asegura que “mi terruño es Santa Marta”.
Hace 31 años trabaja en la portería de Poblado Real, en la Loma de San Julián, a donde llegó como pintor y se quedó como vigilante, labor que comparte con otros tres compañeros.
Jhonny valora su trabajo como otro hogar y dice deberle todo: “gracias a Poblado Real pude darles estudio a mis hijas”. Ahora, que está a tres años de jubilarse, ve el fruto de la dedicación a una labor que ama.
En el retiro espera poder viajar a San Andrés y al Eje Cafetero, disfrutar los fines de semana en los que pocas veces coincide con sus hijas Lisset, de 30 años, y Luisa Fernanda, de 27, y pasar tiempo en familia, con su esposa Gloria y su perrita Juana.
Se siente orgulloso “porque la tarea con las hijas ya la cumplimos. Logramos que fueran profesionales y les forjamos un futuro, todo gracias a este empleo”. Su hija mayor es ingeniera administrativa, trabaja en una entidad bancaria, y la menor obtuvo el título de odontóloga, profesión que desempeña en una clínica.
Por Clara Giraldo / [email protected]