Una concentración inusual de manganeso en el embalse de La Fe, más el posterior lavado de redes y de tanques presentó un efecto “esperable”, según EPM: aguas con color. Es un campanazo oportuno de alerta como reflexión sobre un servicio vital.
En un país donde 6.2 millones de personas reciben agua de alto riesgo y 391 cabeceras municipales presentan la posibilidad de desabastecimiento en épocas secas, estar conectado al acueducto de Medellín es sin duda un privilegio.
- Le puede interesar: ¿Por qué el agua está turbia en El Poblado?
Por supuesto, no se trata de un logro fortuito, sino el resultado de una gestión de trayectoria consistente de EPM y del compromiso de sus clientes. El contraste presentado entre esta ciudad y el panorama nacional, diagnosticado por la Superintendencia de Servicios Públicos, sumado al reporte del Ministerio de Salud, que indica que 20% del agua que se consume en Colombia está contaminada, corroboran la solidez del servicio local.
El agua en Medellín y el Aburrá corre y lo damos por hecho. Por eso causan alarma el racionamiento durante 13 horas que afectó esta semana a 4.300 hogares de las comunas 8 y 9, por disminución del caudal en las fuentes que alimentan la planta La Cascada, o la suspensión del servicio, por una fuga en la red de distribución que surte la Zona Rosa y el barrio Lalinde, que dejó este martes 3.864 instalaciones sin surtido. Cuatro carrotanques atendieron el caso.
En promedio, una familia de cinco personas del Aburrá consume al mes 13.1 metros cúbicos de agua. Este uso se considera normal. un reto para el estrato 6 es controlar el consumo suntuario.
Y como si se vinieran todas juntas, durante la última semana ese tesoro incoloro ha estado llegando café en varias zonas del Aburrá. El percance, ocasionado por la concentración de manganeso en el embalse de La Fe, provocó en cuatro días 981 llamadas de usuarios a EPM y el envío de más de 850 mil mensajes de orientación de parte de la entidad.
A los usuarios se les aclaró que la potabilidad no se vería afectada y se les sugirió evitar lavar ropa con productos que contengan cloro. Luego el nivel de alerta se incrementó: si la coloración llega a ser café oscura, se solicita abstenerse de beber el agua, señaló la entidad. Se vinieron todas juntas mediante casos aislados que se concentran en la misma entidad y en un mismo servicio público.
Por anuncios de EPM, en asunto de horas cada anormalidad quedará superada, sin embargo, esta coyuntura debe servir como campanazo oportuno para visibilizar la trascendencia de este servicio público y comprender que no está libre de emergencias. No hay que dar por hecho de manera tan desprevenida que el agua corre.
Por eso, ahora en medio de la coyuntura, conviene reflexionar sobre responsabilidades en materia de consumo racional, sobre la importancia de protección de las fuentes y, clave en estos tiempos electorales, sobre la urgencia de que EPM esté blindada en su esencia, su credibilidad, su eficacia.