Jose Salazar es estudiante de cocina. Una de las exigencias que hacen en la institución en a la que asiste son uniformes impecables: deben ser blancos al extremo. Su sorpresa fue grande cuando después de sacar sus chaquetas de la lavadora estaban amarillas.
La situación se repite en hogares de El Poblado y otros sectores del sur del Valle de Aburrá. Ante la pigmentación que presenta el agua, EPM recomendó este sábado evitar el uso de productos clorados si detecta coloración en el agua que llega a su casa pues el manganeso, metal que está generando la coloración del agua, puede generar manchas de color café en los tejidos, y estas manchas se intensifican al contacto con el cloro.
Desde el jueves 5 de septiembre EPM inció la aplicación de dióxido de cloro en el proceso continuo de producción de agua potable de la planta La Ayurá. El cambio en el color se debe a una mayor concentración de manganeso en el sistema de acueducto (embalse La Fe, planta La Ayurá y redes de distribución).
Explica EPM que “la dosificación de dióxido de cloro en la planta se hará de manera controlada y se extenderá hasta que comience la época de lluvias, condición climática que favorece la disminución de manganeso en el agua captada del embalse La Fe, la planta La Ayurá y las redes de distribución del sistema de acueducto”
“Los episodios de coloración del agua se presentan con mayor intensidad en condiciones climáticas secas”, continúa EPM. “Al ingresar al embalse, el manganeso se deposita en el fondo y permanece como parte del sedimento, pero cuando hace un extremo verano, como el que se presenta en este momento, este elemento sufre cambios químicos que hacen que se libere del sedimento y se mezcle con el agua que llega a la planta La Ayurá, la misma que con su capacidad actual no alcanza a remover las concentraciones de manganeso que están ingresando“.
EPM recuerda que ni el incremento en el color ni el uso de dióxido de cloro representan riesgo para la salud de las personas.