Arbey Salazar es vigilante hace 13 años en Fuente Labrada, en el barrio El Tesoro. Lleva 26 años en su labor, a la que se dedicó luego de prestar el servicio militar.
Su labor la define como “tranquila”, aunque reconoce que hay días en los que el trabajo es mayor, pues una de las casas sirve como locación para la grabación de videos.
Dice que los habitantes son muy amables y disfruta su trabajo, al cual llega en bicicleta desde Robledo, después de dar pedal durante una hora. Pese a las lomas y la exigencia física, cree que es la mejor manera de transportarse. Se declara ciclista frustrado por no haber competido de manera profesional. Como amateur lo hizo en la época de Lucho Herrera y concluye que solo dejará la bicicleta “cuando ya no pueda más”.
Su familia está conformada por su esposa y su hija, quien está a punto de graduarse como ingeniera ambiental de la Universidad de Antioquia. Ellas son su apoyo y motivación. En ocasiones le piden que no haga muchos turnos de noche, pero él sonríe y sabe que es parte del trabajo.