Residentes del barrio Provenza dicen haberse afectado en la prueba de peatonalización del Lleras
La reciente peatonalización del parque Lleras, realizada durante la semana del 25 de noviembre al 2 de diciembre, como parte de la preparación de la ciudad para el concierto de Madonna, dejó un sabor agridulce entre algunos de los residentes vecinos a la Zona Rosa de El Poblado.
En la reunión sostenida por las autoridades municipales, representantes de empresarios y residentes, el pasado 7 de diciembre, cuando se evaluó el proyecto de peatonalización, la prueba salió bien librada “porque la consideran como un proyecto de ciudad que beneficia el empleo, la cultura, el arte y el comercio”. Sin embargo, para otros residentes que no acudieron a la reunión, la cosa no fue tan buena. Gloria Agudelo, habitante de la carrera 36, en el barrio Provenza, quien se ve directamente afectada por la asistencia masiva de público a la Zona Rosa, expresa que la situación en vez de mejorar se ha empeorado, tanto por los problemas de ruido como de basuras. “Durante esa semana se vio como las calles de Provenza se volvieron un caos. Los parques se convirtieron en baño público y los que no pudieron parquear en el Lleras se vinieron para acá, a pesar de que afuera de mi casa hay restricción de parqueo, y esto se llenó de carros hasta la madrugada, donde además continuó la rumba en las aceras. En esa semana no se pudo descansar y tememos que esto empeore”.
Por su parte, Hernán Molina, otro residente de Provenza, cree que si se peatonalizan las inmediaciones del Parque Lleras, el descontrol y los abusos aumentarán. “En el papel el proyecto podría servir, pero ya sabemos de los hostales, hoteles, licoreras, discotecas, bares, música en vivo y los eventos masivos. Tenemos saturación de discotecas y falta de parqueaderos. El barrio ha sido degradado y guayaquilizado. No hay participación ciudadana para la toma de decisiones que afectan y perjudican a los residentes”.
Una de las decisiones que causó mayor incomodidad entre los habitantes fue el cierre de la carrera 37, Vía Primavera, lo que no estaba estipulado inicialmente. Según los afectados, no se les informó oportunamente de tal medida. “Somos residentes hace más de 50 años, donde tenemos arraigo y sentido de pertenencia. Tenemos derecho a llegar a cualquier hora del día o de la noche a nuestra residencia en nuestros vehículos. No nos pueden violar, negar o violentar nuestros derechos cerrándonos la vía (entre calles 8 A y la 10) para volverla peatonal”, concluye uno de los residentes afectados.