Freddy Muñoz es vigilante y jardinero desde hace 25 años en el edificio Florida, en el barrio Las Lomas II. Llegó a la unidad cuando tenía 16 años, por eso tuvo que pedir permiso en la Regional del Trabajo para laborar. Había tenido que hacerse cargo de su familia y no podía terminar el bachillerato. Hoy todavía no descarta hacer una validación.
Cuando tenía 18 años lo reclutaron en el Ejército y fue enviado a zonas que califica como “calientes”. Era el 1997 de Ituango, Tarazá, Yarumal y Valdivia. “No fueron años fáciles, me tocó la masacre de El Aro, del 22 de octubre de 1997. Por experiencias así descarté seguir en la institución y mejor volví al trabajo en el edificio”.
Desde que volvió en 1998 ha estado a cargo de la vigilancia y asegura que por ser empleado directo de la unidad tiene ventajas como mejor salario y mayor estabilidad. Prueba de ello es que uno de sus compañeros, Arley Marín, lleva 14 años.
Ha visto crecer a varias generaciones de los habitantes de los 22 apartamentos, disfruta en su tiempo libre de la pintura, el fútbol y la bicicleta, además compartir con su mamá, hermana e hija.