El teflón del sector de la construcción
En Medellín y Antioquia los datos siguen siendo positivos aunque los analistas estaban esperando algunos avisos de desaceleración
Recientemente el país recibió la noticia de que las licencias de construcción habían caído dramáticamente -un 37.8 por ciento para ser más exactos- en el comparativo de marzo de 2012 y marzo de 2011. Los analistas que vitorearon el comportamiento récord (en Antioquia más de 20 mil viviendas nuevas vendidas) de las ventas inmobiliarias del año pasado temieron estar en presencia de una desaceleración anunciada.
Si bien la situación es para revisarse, algunas regiones como Antioquia siguen viendo una estabilidad en el negocio, la cual tiene varias explicaciones posibles, aunque no concluyentes.
Federico Estrada, director de la Lonja de Propiedad Raíz de Medellín y Antioquia, advierte que el crecimiento en los indicadores no solo es sostenido en 2012 con respecto al 2011, sino que los incrementos se están viendo en casi todas las actividades que atañen al negocio inmobiliario.
“El principal indicador que tenemos: las ventas de propiedad raíz de todo tipo de inmuebles, está mostrando 5.6 por ciento de crecimiento. Esto ocurre, en gran medida, por la buena dinámica de las ventas de vivienda nueva, que en lo corrido del año muestran un incremento del 15 por ciento. Los resultados de la actividad en los primeros cinco meses del año dicen que seguimos en un muy buen año, ya que tenemos cerca de 22.245 negocios de propiedad raíz”.
La anunciada caída en las licencias también hizo pensar en la gran cantidad de oferta de viviendas de inmuebles para arrendamiento. Era de esperarse que este año hubiera muchos letreros en unidades residenciales y locales que advirtieran que están en arriendo. Los análisis han reafirmado mucho más esta creencia, pues de cada diez viviendas que se venden, dos o tres las compran inversionistas. “Así es como pasan a ser viviendas que engrosan el stock de arrendamiento”, advierte Estrada.
Pero como todo parece ir sobre ruedas y aparentemente nada afecta el crecimiento del sector, la buena noticia es que la demanda está absorbiendo esa vivienda. No se han generado exagerados incrementos en la oferta para arrendar y esto ha permitido una estabilidad en los precios.
“Lo que ocurre normalmente (y en realidad ha ocurrido durante muchos años) es que se construye mucho, las personas compran, muchas de ellas por inversión, la gente sale a arrendar, al haber mucha oferta en arrendamiento, esta empieza a superar ampliamente la demanda, los precios bajan y los indicadores empiezan a caer”, remata Estrada.
La conclusión sería que no se están dando presiones inmanejables y hay estabilidad. En el argot de este negocio quiere decir que el sector no está “recalentado”.
Otro posible escenario que ha permitido tener buenas colocaciones, sobre todo en locales de oficinas, es la llegada de ejecutivos extranjeros que están necesitando lugares en estratos altos para establecerse. Este fenómeno queda en evidencia, además, por la llegada de franquicias internacionales del sector inmobiliario, las cuales, apoyadas en su renombre, son requeridas por personas del exterior que quieren invertir en propiedad raíz en el país.
Por ahora solo queda claro que ese motor de la economía llamado construcción no parece tener intenciones de frenar su crecimiento.