Cinco años y medio han pasado desde la caída de las torres de Space, y aún no se resuelve qué pasará con el futuro del lote que alojaba a la construcción, ni con las reparaciones económicas a propietarios y entidades afectadas por la liquidación de la sociedad Lérida CDO.
Por Sebastian Aguirre / [email protected]
El liquidador Marco Tulio Zapata, encargado de esta tarea por la Superintendencia de Sociedades, le reportó a Vivir en El Poblado que de los 162 apartamentos del conjunto, ya se cerró la negociación con 131 propietarios y se les reparó económicamente. Con los otros 31 no se ha podido culminar el proceso, y todos entraron a ser copartícipes de la propiedad del lote, que pertenecía a la sociedad en liquidación.
Entre esos 31, hay 13 personas naturales -el resto son entidades como Davivienda, Argos, algunas constructoras, incluso la Alcaldía-, que están a la espera de que el lote se venda para recibir su compensación, dice Zapata.
Pero el problema ha sido el registro del lote ante la Oficina de Catastro de Medellín, para que quede a nombre de estas personas y entidades. Ha habido inconvenientes legales que han impedido esta acción -relacionados con trámites, firmas, documentos faltantes-, y sin ella el lote no se puede vender.
El liquidador señala que una de las alternativas para vender el lote fue la conformación de un patrimonio autónomo para transferir el bien a una fiduciaria y que esta lo administrara y lo vendiera, según el valor que indicara el avalúo, pero hubo un propietario que se negó, y una de las condiciones de la Supersociedades era que el 100% de los participantes tenían que estar de acuerdo. El avalúo del lote es cercano a los $10.900 millones.
No hay interés en el lote de Space
El liquidador también les ha ofrecido el lote a la Alcaldía, pero no obtuvo respuestas positivas, y a constructoras que manifiestan “temer por la estigmatización del predio”.
Ante estas trabas, y al ya no tener recursos provenientes de la liquidación de Lérida CDO, Zapata afirma que ha puesto recursos propios para pagar cuentas, impuestos, la vigilancia y el mantenimiento del lote, porque no quiere “generarles más traumas a los propietarios y destrabar todos los procesos”. El liquidador, de hecho, también aparece como copropietario del lote, pues recibió un porcentaje como parte de pago por su trabajo.
Carlos Ruiz, uno de los propietarios afectados, es pesimista de que el lote se venda en las condiciones en las que está. “Honestamente, no lo creo posible”.
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