El primero son los habitantes de calle que viven y circulan sobretodo en el sector de Vizcaya y Pomona. Pero hay un grupo más representativo, de 350 niños y jóvenes identificados como habitantes en la calle, es decir, personas que viven en otros sectores de la ciudad y como estrategia de supervivencia llegan a El Poblado, especialmente a sectores como La 10 y la 43A y los parques, para tratar de obtener algunos ingresos con mendicidad o rutinas de malabares.
“Esta situación es aprovechada en muchas ocasiones por personas inescrupulosas que a veces son los mismos padres de los niños, que los conducen de manera obligada y los ponen en situación de explotación infantil”, explica Giovanny Celis, subsecretario de Asistencia Social del Municipio.
Por ejemplo, en la glorieta del Éxito de El Poblado han sido identificadas madres de familia que incluso alquilan niños y los obligan a ejercer la mendicidad.
El tercer grupo, y uno de los más preocupantes porque es el más invisible para los pobladores del sector, es la población que sufre de explotación sexual infantil. Particularmente han sido identificados entre 60 y 80 niñas y niños, de 10 a 16 años, en horarios nocturnos y asociados a la Zona Rosa y el parque de El Poblado. Niños y preadolescentes presionados por la pobreza o explotados por una red de proxenetismo.
“Lastimosamente, es muy difícil saber quienes de estos niños son explotados laboral o sexualmente, pues los adultos que están detrás de estas prácticas realizan sus presiones y seguimientos de manera clandestina e imperceptible”, aclara Giovanny Celis.
Las acciones
Desde hace siete meses se viene desarrollando un trabajo conjunto entre el ICBF, la Unión Europea, una red de Ong´s y la Administración Municipal para atender a esta población con programas de prevención, recuperación de adicciones, resocialización, escolarización y recreación, para que exijan sus derechos y no se dejen explotar. La intención de este programa es continuarlo durante 2006 y en él se están invirtiendo 2 mil 500 millones de pesos, que se trabajan no solo en el sector de El Poblado sino en los barrios donde los niños viven y de los cuales son expulsados para que desarrollen mendicidad.
Pero la principal tarea la debe realizar la comunidad, especialmente en esta temporada navideña, en 3 aspectos fundamentales:
- Lo primero es no estimular la mendicidad con dinero, ropa o regalos. “Porque en últimas se está beneficiando a los expendedores de drogas que utilizan a los niños a través del comercio de sustancias psicoactivas”, explica Celis.
- Lo otro es la canalización del apoyo a instituciones serias que se encargan de atender a esta población tanto de niños, como adultos y ancianos.
- Y hay que entender que no todos los habitantes de calle se pueden recuperar, no todos quieren resocializarse, pero a esas personas que tomaron esta decisión la ciudad debe atenderlas como a los demás ciudadanos para que al garantizar sus derechos ellos aporten su corresponsabilidad para que no agredan a las personas, no afecten el espacio público y tengan un comportamiento adecuado cuando hacen reciclaje de material.
En la actualidad 120 de los 350 niños explotados laboralmente están siendo atendidos por la Secretaría de Bienestar Social. En cuanto a los niños explotados sexualmente, se está desarrollando un trabajo de acercamiento con los 80 identificados para ejecutar acciones en 2006, con el apoyo del programa por una vida más digna.
Para que colabore
Si usted observa que uno de estos niños está bajo los efectos de alguna droga, cometiendo acciones delictivas, o siendo explotado laboral o sexualmente por un adulto puede llamar a cualquier hora a la línea 123 social para que las autoridades tomen las medidas respectivas. Así mismo, si usted presencia un atropello de las autoridades con estos niños no dude en denunciarlo a Unidad de Derechos Humanos de la Personería de Medellín al 212 14 99 a cualquier hora.