Sin embargo, según Beatriz Lopera, del área de vigilancia y control de la Dirección Seccional de Salud de Antioquia, DSSA, no son extraños los casos de pacientes que llegan a denunciar que en algún centro de estética les hicieron implantes de botox o maquillajes permanentes que tuvieron complicaciones posteriores. Aunque no existen estadísticas consolidadas, afirmó que dentro de estas quejas no hay casos de implantes de silicona realizados en estos centros.
Para Gabriel Ripoll, cirujano plástico, estos casos se dan porque muchas personas que no tienen los recursos para hacerse intervenir en el lugar adecuado pagan varios miles de pesos en algún centro de estética, y luego vienen los problemas. Señala que, por ejemplo, las drogas que se inyectan en una mesoterapia pueden dañar la glándula tiroides, lo que trae consigo trastornos metabólicos. Para Stella Moreno, nutricionista de la red de prevención de la anorexibulimia, también existen algunas causas sociales y psicológicas que llevan a una persona a afrontar los riesgos de la cirugía, sea esta practicada en sitios autorizados o no. (Ver recuadro ‘‘Es una cirugía como cualquier otra’’).
En el sitio y con la persona adecuada
Otro caso conocido por la DSSA es el de médicos generales que realizan cirugías estéticas, sin estar especializados en cirugía plástica. En este sentido, Lopera aclara que en otros países, como Brasil, existe una especialidad denominada medicina estética, que no está homologada en Colombia. En consecuencia, quienes poseen estos títulos otorgados en el exterior, en Colombia son médicos generales y no pueden realizar cirugías. Es más, según la Sociedad Española de Medicina Estética, país que también reconoce la especialidad, estos médicos pueden realizar intervenciones quirúrgicas relacionadas con implantes de cabello, tratamiento de várices y lipoesculturas, pero no implantes. Para cerciorarse de la idoneidad de un profesional, Ripoll recomienda consultar a la Corporación de Cirugía Plástica de Antioquia, a la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica o al Colegio Médico de Antioquia.
A su vez, Lopera da las indicaciones para verificar si el lugar donde se va a realizar el procedimiento está autorizado para llevarlo a cabo. El sitio debe acreditarse ante la DSSA como prestador de servicios de salud, y la entidad expide un certificado que el prestador debe exhibir en su totalidad, para que se vea la página correspondiente a los servicios que puede ofrecer, en un lugar visible. Allí se señala, por ejemplo, si puede realizar tratamientos dermatológicos, cirugías, entre otros. En caso de que no esté exhibido, el paciente tiene todo el derecho a pedir que se lo muestren, y si el centro se rehusa, la recomendación es llamar al 385 7835, de la DSSA, para poner la situación en conocimiento de la entidad. Si se descubre que en algún lugar realizaron un procedimiento no autorizado, la DSSA ordena su cierre.