Luis Alberto García, Gerente de Ejecución del Plan de Ordenamiento de El Poblado, explica en esta edición las razones por las que la construcción del Corredor se ha hecho de esta manera, y no de otra.
Lo que están haciendo
Contrario a lo que han dicho algunos personajes públicos que han criticado lo hecho hasta ahora en la Avenida, la construcción del Corredor no se limita a las meras aceras. Así lo explica García: La intervención del proyecto abarca:
1. Relocalización de redes existentes y construcción de nuevas:
- Hidráulicas: Alcantarillado y acueductos, incluidas las acometidas domiciliarias.
- Eléctricas: Redes primarias, secundarias y de iluminación.
- Telecomunicaciones.
- Gas.
2. Semaforización.
3. Redimensionamiento de las sección vial.
4. Espacio público peatonal.
5. Paisajismo: Siembra de nuevos árboles y relocalización de otros para mejorar sus condiciones de siembra y proteger las redes de su crecimiento.
Agrega García que estas obras no se pueden hacer independientes unas de otras porque son interdependientes: “Integrar todas esas acciones en un espacio compartido con la circulación constante de vehículos y con horarios limitados para muchas de las actividades (cargue, descargue, roturas, etcétera), restringe a su vez la posibilidad de utilizar equipos de mayor rendimiento y obliga a procedimientos que son más lentos. Eso ha hecho por ejemplo, que buena parte del espacio de la intervención que ya cuenta con acabados, deba utilizarse para acopiar y transportar materiales, a fin de garantizar la mayor sección posible de vía, en detrimento a veces de la calidad de algunos elementos que deberán reemplazarse antes de ser recibidos por la interventoría. ¿Por qué se instalan entonces acabados de manera anticipada?, es una pregunta sensata. Y la respuesta es esta: Es necesario brindar al peatón una condición de circulación lo más cómoda y segura posible durante el proceso de construcción. No tendría sentido mantener demolida la zona de intervención, por un tiempo más largo que el necesario para colocar las conducciones de las redes subterráneas”.
Quejas por la calidad de las obras
Aceras desniveladas, mala calidad de los acabados, falta de cuidado en el detalle, entre otros, han sido los comentarios publicados en la Línea 312 sobre los tramos terminados. Sin embargo, García explica que ningún sector de la zona en construcción ha sido entregado oficialmente por el contratista “precisamente porque hay actividades que no han permitido detallar esos acabados, es decir, si en estos momentos encontramos desniveles y losetas fracturadas, postes todavía atravesados y todos los detalles que podamos apreciar, es debido a actividades que a nivel superficial no son visibles pero que no se han podido terminar, y a que igualmente tenemos el compromiso de habilitar la circulación peatonal para garantizar a los comerciantes del sector el funcionamiento de sus negocios”. Agrega que si se detallan los acabados, aunque adelanten trabajo, después tendrían que repetirlo pues se deteriorarían mucho mientras terminan las otras obras. García dice que confía en que el resultado final dejará satisfecha a la comunidad.
Las cunetas
Otra queja ha sido la relacionada con el supuesto desnivel que presentan las cunetas ya instaladas.
A eso responde García: “Comentario aparte merecen las cunetas, que fueron colocadas con el alineamiento del diseño y no con el de la rasante actual, para evitar que se reflejen en el separador, las irregularidades de la superficie vial. De allí que muchas de ellas no se ajusten a la carpeta asfáltica. Esta situación se corregirá una vez se repavimente la vía como actividad final de las obras”.
Finalmente el funcionario agradece a la comunidad sus observaciones y se muestra receptivo de las críticas que lleven al mejoramiento de la obra, y dispuesto a hacer las aclaraciones que sean pertinentes.