Ya no es solo en las redes empresariales donde causa problema y disgusto, es también en las universidades, los colegios y los hogares. En estos últimos es común ver a niños que se pasan el día conectados sin que sus padres sepan en que andan, ni con quién hablan, ni de qué hablan, etcétera. Lo que la mayoría de padres revisan, si acaso, es que no haya un navegador abierto y que la pornografía no se asome por la pantalla. Por eso aquello de una cosa es ser ingenuo y otra ignorante. La mensajería instantánea es quizás la principal y mejor herramienta que los depredadores de menores han tenido jamás. Con ella pueden entablar conversaciones directas con niños y niñas en sus propias casas, a unos pasos de sus padres, sin que estos (ni los niños) sepan qué está pasando y cuáles son sus verdaderas intenciones. Vivir en El Poblado le entrega esta guía a los padres interesados en bajarse de la nube para ayudar a sus hijos a vivir en el mundo que les tocó en suerte. Recomendaciones para los padres Controlar el acceso a internet. Uno de los mejores métodos para promover la navegación segura es no tener el computador en el cuarto de los niños, sino en un estudio (o en la cocina o el comedor) donde todos tengan acceso a él y su uso sea público. Otra forma simple es enseñarle a los niños a usar directorios de sitios para ellos. Acompañar a los hijos. Otro método simple y gratuito: compartir la dirección de email con los hijos (podrá ver sus mensajes) y revisar la historia de sitios visitados en el navegador. Asegurarse de que sus hijos no abren archivos adjuntos o dan click a enlaces que reciben como mensajes de chat. Enseñarles a cambiar su pass-word con frecuencia. Mostrar interés en las actividades de sus hijos. Conocer los nombres y las identidades de sus amigos de internet (tal como lo hace en la vida real). Tener conversaciones francas y abiertas con los hijos sobre los peligros que enfrentan y sobre las herramientas que tienen para protegerse. Verificar con el colegio de sus hijos si los trabajos escolares, fotos o cualquier otro material que permita identificación personal es puesto en su sitio web. Con frecuencia los colegios ponen allí información que puede ser aprovechada por los delincuentes, por eso es mejor hablar con las directivas para que el acceso a sus sitio web sea controlado mediante password. Avise a las autoridades sobre cualquier actividad sospechosa o ilegal que encuentre en internet. Más para los padres Entiendan que los chats son el terreno ideal de los abusadores de menores. Aunque suene imposible, como apagar el televisor, lo mejor sería no permitir que sus hijos menores entren a chats o usen mensajería instantánea (en el computador o el celular). El computador debe estar en un lugar de la casa en el que los padres puedan monitorear lo que los niños hacen con él. Enséñenle a sus hijos a no dar información personal a nadie que no conocen en persona, y tampoco a conocidos de confianza que encuentren en un chat porque esa información puede ser vista por terceros malintencionados. Supervisen los hábitos de internet de sus hijos. La navegación es solo una de las múltiples formas de usar internet. Otra vez, una cosa es ser ingenuo y otra ignorante. Aprendan a usar el software disponible para proteger a sus hijos en internet, pero no se confíen solo en eso. La responsabilidad es de ustedes. Fijen límites de tiempo y de actividad en internet para sus hijos. Pasar mucho tiempo pegados del computador, sobre todo si es de noche, es una advertencia de problemas potenciales. Conozcan las actividades y los amigos de sus hijos en internet, tal como lo hacen en el mundo real. No permitan que sus hijos tengan perfiles públicos en ninguna página web. Por ahí es por donde empiezan su cacería los abusadores. |