Ante dudas expresadas por ciudadanos sobre los árboles que por décadas han permanecido en el predio del Edificio Mónaco, Vivir en El Poblado consultó a la Empresa de Desarrollo Urbano, EDU, sobre el destino de estos individuos que acompañan la edificación que caerá el próximo viernes 22 de febrero.
La entidad informó que se talaron unos árboles que estaban enfermos, tenían hongos o estaban deteriorados y no sobrevivirían a un proceso de trasplante. Otros fueron detectados como peligrosos para los vecinos y también fueron retirados.
Según un reporte de la EDU, “los árboles que están en la propiedad, entre ellos unos algarrobos, y otros que tienen raíces fuertes, no van a sufrir ningún daño, porque tienen muy buen soporte en la tierra”, además, aseguró que se han tomado los cuidados exigidos por el Área Metropolitana para la conservación.
Para el día de la implosión del edificio de nueve pisos, los árboles serán protegidos con una tela de seguridad. Estos harán parte del parque Inflexión, junto a nuevas especies que se han proyectado en el diseño.