Sin estrenar, este parque es una ruina

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Al lado derecho, subiendo por la Loma de los Balsos, en La Y, hace varios años se construye un parque recreativo que por lo interminable empieza a asemejarse a un mito griego, el de Penélope, la de Ulises, quien destejía de noche lo que tejía de día. Pues este parque no es que lo deshagan de noche los constructores, sino que el terreno se encarga de destruirlo una y otra vez. Todas las reparaciones que le hacen, se deshacen de la noche a la mañana; la cancha de microfútbol, el pozo de patinaje, los andenes peatonales y el teatro al aire libre se agrietan y hunden, “y hasta los desagües que se instalan a los pocos días se revientan”, aseguran los vecinos. Se trata de una obligación urbanística que tiene con el Municipio una empresa constructora, pero, por obvias razones, los habitantes de la zona no se han beneficiado de él. Por eso en diciembre pasado, la comunidad del sector elevó un derecho de petición al alcalde Alonso Salazar en el cual le solicitó reemplazar esta obra por un parque verde o ecológico, y pidió la construcción de una placa polideportiva en un sitio cercano. Además, alertó sobre un eventual represamiento de la quebrada La Aguadita, debido a los continuos movimientos de tierra.

“No hay riesgo”: Planeación
Sobre estas peticiones, el Director de Planeación Municipal, Carlos H. Jaramillo, manifiesta que hay confusión por parte de la comunidad “porque nada tiene que ver la obligación urbanística de unos constructores, con un parque recreativo que debieron haber gestionado por presupuesto participativo”. No obstante, el funcionario reconoce que “desde el principio ha habido dificultades con esa obligación urbanística; problemas con los árboles y el terreno que ocasionan que se averíen los trabajos. Incluso Planeación hizo modificar los diseños”. Lo que descarta Jaramillo es que la zona esté en riesgo. “No reviste peligro para la comunidad”, asegura, pero deja claro que sólo recibirá las obras “cuando estén estables y puedan ser usadas”

“La culpa es de un lleno inadecuado”


Henry Londoño, integrante de la Junta de Acción Comunal y uno de quienes firmó el derecho de petición, atribuye la desestabilización y hundimiento del terreno a que hace cerca de cinco años destruyeron allí un sembrado de árboles para vaciar la tierra de varias construcciones. “Cómo sería la cantidad de tierra que le echaron, que pinos de hasta de 30 metros quedaron cubiertos hasta la mitad y se secaron. Eso quedó filtrando agua y sobre ese lote es que están construyendo el parque. Qué peligro”. Por el momento, la única respuesta oficial que han recibido los firmantes del derecho de petición es la copia de una carta del Simpad a Metrorrío, en la que le solicita hacerse cargo de la supervisión y trabajos que requiera la quebrada La Aguadita..
 
  Publicado en la edición 383, febrero 1 de 2009  
     
 
 
 
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