Para Juan Ramiro Escobar, habitante de un conjunto residencial ubicado en la Calle 7, caminar por los alrededores de su apartamento, entre las carreras 43 A y 39, se convirtió en un riesgo, que por poco le cuesta la vida a su pequeña hija. La niña casi termina arrollada en plena acera por un vehículo que retrocedió de manera imprudente al no encontrar donde estacionar en un centro hospitalario. El problema es que este no es un hecho aislado sino que es el pan de cada día en este sector de la llamada Milla de Oro, donde varios factores confluyen para entorpecer la movilidad y tranquilidad ciudadana. Todos los días Juan Ramiro es testigo de varios choques y amagos de tragedias, tanto en la Calle 7 como en las aceras circundantes, entre otras razones por el ingreso y salida constante de vehículos a los parqueaderos adyacentes sin una visibilidad adecuada, lo cual pone en peligro a quienes transitan por ellas. Juan Ramiro quiere, por intermedio de Vivir en El Poblado, que tanto las autoridades de tránsito como las empresas del sector se hagan conscientes de la situación e implementen medidas que reduzcan la congestión, agilicen el tráfico y, sobre todo, protejan la vida de los peatones. Sus denuncias concuerdan con los datos suministrados por la Secretaría de Tránsito de Medellín, según la cual en este tramo se registraron 37 accidentes en 2009, con un resultado de 11 personas heridas (seis de ellas atropelladas) y una muerta, también por atropello. En total, en los últimos cinco años (2005-2009) en el sector de la calle 7 entre carreras 43A y 39 ocurrieron 182 accidentes, con 38 heridos y una persona fallecida. Varios males para una vía En opinión de este lector de Vivir en El Poblado, el caos vial que se ha apoderado de la Calle 7 es ocasionado por una señalización deficiente, sumada a la inexistencia de sitios adecuados de estacionamiento para vehículos de servicio público y a la carencia del número necesario de resaltos o policías acostados que obliguen a disminuir la velocidad de los conductores y a proteger la vida de los peatones, tanto en la calle como en las aceras. Además considera que el que la vía sea de subida y su tráfico provenga de la Avenida El Poblado empeora las condiciones de movilidad. Y es que esta cuadra, que inicia en la Carrera 43 A, tiene características que la diferencian de una zona residencial común, como es la existencia de concurridos centros médicos y la consecuente llegada y salida de vehículos con visitantes y pacientes. Mientras Juan Ramiro explica la situación a Vivir en El Poblado, varios conductores y acompañantes que hacen fila para ingresar al parqueadero de una clínica privada, se unen a sus quejas para pedir una solución. Entre ellos Asunción Estival, quien descendió del carro para desahogarse. “Vengo con frecuencia a citas médicas, pero no hay estacionamientos suficientes y la fila es tan larga que si estoy sola llego tarde, por eso tengo que pedir siempre a alguien que me traiga”. Su carro está detrás de otros que en plena vía esperan cupo para estacionar y, aunque no lo quieran, generan congestiones y los consecuentes pitos, frenazos y conflictos. Propuesta y respuesta | ||
Piden solución para la Calle 7
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