Los hombres siempre queremos hablar, sea por ego, por mostrar el conocimiento o por “quedar bien” ante las mujeres. Hombres: a veces hay momentos en que es mejor guardar silencio, mucho más cuando se trata de algo que no sabemos, como en este caso, el feminismo como lucha.
Por: Daniel Suárez
Desde el año 2017 hago parte de un espacio llamado Las Guamas, el cual busca desnaturalizar el machismo y hablar sobre feminismo, nuevas masculinidades y diferentes aspectos de género. Desde este encuentro he podido escuchar, conocer, guardar silencio y aportar cuando lo he considerado pertinente. He podido mirar mis actos del pasado o del presente y de ellos he logrado pensar mejor, actuar mejor y ponerme en diferentes situaciones e intentar comprender, porque algo es claro: los hombres no podremos ponernos nunca en el papel de una mujer y lo que, en su mayoría, nuestro género les han hecho pasar.
En este tiempo de escuchar, comprender y, lo más importante, interiorizar lo que como hombre he tenido de privilegio y lo había dejado pasar por alto, he dedicado a compartir con los demás la importancia de no clasificar al feminismo como mujeres “locas” o “feminazis” (es de lo más ilógico este término) y mucho menos con algo de lo que hoy quiero proponer como reflexión: ¡No siempre tenemos que hablar!
He podido observarlo y en estos espacios sobre feminismo y género he podido también analizar: los hombres siempre queremos hablar, sea por ego, por mostrar el conocimiento o por “quedar bien” ante las mujeres. Hombres: a veces hay momentos en que es mejor guardar silencio, mucho más cuando se trata de algo que no sabemos, como en este caso, el feminismo como lucha. Si no lo sabían, erramos cuando juntamos feminismo y machismo en una misma frase.
El feminismo es un asunto político, es una lucha; el machismo es nuestro comportamiento y que el patriarcado nos ha heredado y nos ha dado tanto mal, cosas que ignoramos, como tener los privilegios de mejores salarios, que no hay equidad en lo que tenemos y lo que las mujeres tienen. Una constante ventaja y aun más cuando vemos que históricamente, desde la política los hombres han estado al mando.
Es mejor quedarnos callados, no porque no podamos, sino porque debemos aprender a escuchar, a comprender, a razonar y desde luego a apoyar, porque como bien lo dijo una famosa serie de Netflix, “es hora de que comience el matriarcado”, es hora de que caiga el patriarcado, ya es justo que nos cuestionemos, que pensemos y que no minimicemos esta lucha.
Yo deconstruyo, desaprendo y guardo silencio y también hablo cuando considero que debo, como ahora, para decirles a ustedes amigos hombres que levantemos la cabeza para guardar silencio y acompañar este hecho histórico de un movimiento que va unido y que si nos dicen que no debemos estar, pues no estamos, si nos dicen que apoyemos, apoyamos, pero que el ego no sea ese motivo para detenerlas.
Cuestionémonos, repensemos nuestra masculinidad.