Desde La Ceja, su municipio natal, Fernando Gaviria le contó en exclusiva a Vivir en El Poblado sus planes inmediatos y futuros en su región. Nos compartió un sueño que tiene para los niños.
Para Fernando Gaviria no hay un mejor lugar en el mundo para entrenar que el Oriente antioqueño. Tras finalizar la temporada ciclística de 2018, el antioqueño rueda por estos días en la región a la espera de iniciar actividades en su nuevo equipo, el UAE Team Emirates.
Luego de un año en el que se dio el lujo de ganar dos etapas en el Tour de Francia, el ciclista nacido en La Ceja hace 24 años compartió con Vivir en El Poblado, en exclusiva, sus apreciaciones sobre la región, y de paso nos contó de un anhelo que tiene cuando sus días sobre la bicicleta finalicen.
¿Cuál es tu visión del Oriente antioqueño? ¿Qué fortalezas le ves y cuáles aspectos crees que se deben mejorar?
“Haber nacido en la región fue importante porque fue donde me crié, donde conseguí amigos, donde me enamoré de la bicicleta, y en la actualidad creo que hemos ido progresando mucho. Rionegro y La Ceja están creciendo mucho, cada vez son más ciudades y cada día vamos evolucionando un poco más, nuestras vías van mejorando, con más vías alternas, siempre el Oriente está intentando ir un paso más adelante.
Hay muchos aspectos por mejorar en el apoyo al deporte. Apoyan, pero siempre somos un poco inconformes y necesitamos más, que estén más pendientes de los niños, que hagan más campañas para ellos de educación física, que hagan campos de entrenamiento para niños, donde se diviertan, no tanto para que se formen como deportistas, músicos, artistas, sino que luego puedan escoger con amor lo que en realidad quieren ser, sabiendo que son el futuro de nuestra región”.
En lo deportivo, ¿qué ventajas físicas te da ser nativo de esta región? ¿Y cuáles oportunidades te brinda para tu preparación?
“Me ha dado muchas ventajas. En primer lugar se nos permite entrenar con tranquilidad, tenemos la seguridad de que ya los carros están respetando un poco más y cada día el Oriente tiene más ciclistas que nos visitan, y es lindo porque conocen nuestra región. Además la altura nos beneficia en la preparación física y tengo el apoyo de mi familia para mantenerme en forma y entrenar mejor, enfocado en lo que hago por mi país, por mí mismo y por el equipo que represento”.
Al terminar tu carrera, para lo cual por supuesto aún falta mucho tiempo, ¿has pensado en radicarte en el Oriente y desarrollar algún plan productivo?
“No me veo en ningún otro lugar que no sea mi pueblo, cada vez que voy a otro país siempre extraño mi casa, mi región, mi familia, entonces creo que será el punto donde termine. El amor que nos brindan en La Ceja y el amor de la gente es el que nos caracteriza, la gente en Antioquia y en Colombia tenemos un corazón diferente, muy cálido y por eso siempre queremos volver a casa.
En cuanto a hacer algún plan productivo, no lo he pensado mucho, pero me gustaría iniciar una campaña para que los niños se diviertan y disfruten de su día a día. No es entrenarlos en algún deporte sino hacer algo para que ellos se diviertan y así ellos puedan decidir qué quieren hacer y alejarlos de tanta maldad que hay en todo el mundo”.
¿Estás vinculado de algún modo con el desarrollo deportivo de la región?
“No me involucro mucho como que digan que Fernando ayudó con este deporte, sino que lo hago por ayudar. Cuando me nace de corazón ayudo al club de ciclismo que mi papá tiene en La Ceja, y cuando puedo le doy una mano porque sé que es difícil porque las empresas o el instituto de deportes tiene que respaldar los demás deportes. Entonces cuando mi papá lo necesita, esa es mi forma de ayudar, porque él fue el que me crió y eso lo hace feliz a él”.