El viernes 12 de octubre se cumplen cinco años de la tragedia del edificio Space y el predio todavía exhibe vestigios del desastre. No hay solución a la vista.
Por Sebastián Aguirre Eastman / [email protected]
No hay con qué pagar la vigilancia ni el mantenimiento. A la intención de vender el lote se le atravesó la negativa de uno de los acreedores y a la constructora se le acabó la plata; hasta al liquidador de la sociedad le tuvieron que cancelar sus honorarios con un porcentaje de la propiedad del predio. El terreno donde estaba edificada la urbanización Space está a la deriva y cinco años después aún reposan allí los vestigios de la tragedia en la que doce personas perdieron la vida y cientos de familias vieron esfumarse parte de su patrimonio.
Fue el 12 de octubre de 2013 cuando se derrumbó la torre seis por deficiencias constructivas, a lo cual le siguió el concepto técnico que señaló que la torre cinco no se podía habitar y con ello la decisión de derribarla, en febrero de 2014. Siete meses después fue necesario hacer lo mismo con las cuatro restantes.
¿Qué ha pasado desde entonces? Al entrar la constructora Lérida CDO en proceso de liquidación, la Superintendencia de Sociedades nombró a Marco Tulio Zapata como gerente liquidador. Explica Édgar Leyton, funcionario de dicha entidad, que en la actualidad el predio pertenece en un 25% al Municipio de Medellín, 65% a acreedores (propietarios de los apartamentos) y 10% a proveedores (bancos, contadores, entre otros).
“Hubo una intención de vender el predio por un valor de 10 mil millones de pesos”, afirma Leyton, pero para finiquitar la negociación tenía que haber aceptación por parte del 100% de los acreedores. “Uno de ellos no aceptó la transacción”, explica el funcionario.
Uno de los propietarios, quien solicitó la reserva de su identidad, le contó a Vivir en El Poblado que quien se negó fue otro propietario que no se encontraba en el país durante las negociaciones con la constructora. Solo llegó cuando este procedimiento ya había surtido efecto, por tanto, sintió que no se le habían respetado sus derechos como acreedor y se negó a la venta del lote, pues pretendía reclamar su parte por otra vía.
La negativa, además, afectó la posibilidad de que el lote pudiera ser entregado a una fiducia y se abriera así otra posibilidad de negociación.
El propietario que habló con Vivir en El Poblado recordó que existen tres grupos de propietarios de Space: los que aceptaron lo ofrecido por la constructora Lérida CDO y recibieron una compensación económica; los que negociaron por partes y aún están pendientes de recibir una parte de la compensación, y los que no han aceptado aun los ofrecimientos de la constructora, que son alrededor de quince propietarios, dice la fuente.
Ahora, la Supersociedades está pendiente de que desde la Oficina de Registros le respondan una solicitud de registro de la propiedad del lote a nombre de los acreedores, y así poder continuar con el proceso de negociación del terreno para conseguir los recursos necesarios y terminar con la liquidación.
Una de las propuestas de un sector de la comunidad ha sido que el Municipio de Medellín compre el lote y desarrolle allí un parque, pero desde la Secretaría de Suministros y Servicios negaron que se haya presentado alguna oferta económica.